EL GRAN PERDEDOR
En la entidad muchos políticos están en la etapa de resaca, catarsis, embeleso y hasta en crisis tras los resultados de la jornada electoral del 7 de julio pasado. Si bien el abstencionismo se alzó como el ganador de la contienda, el gran perdedor del proceso fue el árbitro, es decir el Instituto Electoral Veracruzano (IEV) cuya credibilidad se encuentra por los suelos y nadie lo considera digno de respeto. Tan es así que hay urnas, papelería y hasta oficinas quemadas en Coscomatepec, Ixhuatlán del Café, Chumatlán y Sayula de Alemán, en éste último se dieron balazos en torno a la sede.
Nunca fue un garante de la legalidad pero al menos hasta el 2010 nadie se había atrevido a incendiar alguna de sus comisiones locales. En ese año, el incidente más grave se dio en José Azueta donde los inconformes priistas rodearon las oficinas con machetes y palos, lo que obligó a trasladar el conteo de los votos a la ciudad de Xalapa pero ahora hay condiciones para anular las elecciones en los tres primeros municipios citados, Coscomatepec, Ixhuatlán del Café y Chumatlán, mientras que en otra docena las sedes del IEV permanecen bloqueadas por inconformes con la evolución de conteo y acusaciones de fraude permitido por los consejeros locales.
Esos casos se tenían hasta anoche en Carrillo Puerto, Tierra Blanca, Cuitláhuac, Soconusco, San Juan Evangelista, Maltrata, Papantla, Ixhuatlancillo, Huiloapan y Manlio Fabio Altamirano, más los que se acumulen en las próximas horas. Por ejemplo, en Ixhuatlán del Café, ubicado en la zona centro, las oficinas del IEV fueron incendiadas con papelería y hasta actas de impugnación. Se dice que los autores serían militantes priistas temerosos de un nuevo conteo que hiciera perder a su candidato. La lectura es que ya ni al tricolor, del que ha sido aliado abiertamente, le importa dañar al instituto. A ese grado ha llegado el desprestigio.
La reina de todo el desaseo y de la diatriba es sin duda la consejera presidenta Carolina Viveros García que lleva ocho años enquistada en el IEV. La señora nunca ha guardado ni el recato ni el pudor pero en esta última elección la alcanzó el destino. Nadie la considera ni confiable ni proba como debería ser el que encabeza un arbitraje electoral, ni siquiera los priistas la aceptan pese a que lo digan en el discurso. En estos comicios sus pifias la rodearon: el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), resultó un fraude que costará 18 millones de pesos al bolsillo de los veracruzanos y aún así, Viveros García defiende a la empresa que lo realizó.
También la cuestionaron sobre el abstencionismo que en algunos municipios se disparó al 70 por ciento y la señora culpa a los candidatos de no hacer propuestas de valía cuando los ciudadanos se alejaron de las mesas de votación en gran parte por la desconfianza de que sus sufragios sean respetados. Entregarle los votos al IEV para que los cuente y los resguarde es correr el riesgo de que los alteren, los oculten y ahora hasta que los quemen en una pira hecha por la turba enardecida. A eso quedó reducido el IEV y por eso desde ayer comenzó el clamor de que sea desaparecido, sustituido por el Instituto Federal Electoral o una instancia diferente.
Poco sucederá pues desde el 2010 se reclamaba su disolución y la destitución de Viveros García pero la señora fue sostenida a contra viento y marea por su padrino, el ex gobernante estatal -aquel que no debe ser nombrado- y ahora, seguramente la volverá a mantener al frente del IEV rescatándola de la tormenta. Aún así, el desprestigio está comprobado y es imposible repararlo. Suena a ironía pero nadie en su sano juicio le da un voto de confianza al IEV.
LA MAGIA Y LA ALEGRÍA
Varias cosas raras ocurrieron en los comicios. Por ejemplo, hubo alcaldías que fueron ganadas por el Partido Alternativa Veracruzana (AVE) propiedad del ex convergente Alfredo Tress Jiménez, que está ligado al innombrable -como se comenta sin tapujos en los pasillos y comederos políticos- y hasta podría colocar a un diputado local, Francisco Garrido Sánchez, por la vía plurinominal. Es más, sus dirigentes presumen que obtuvieron 300 mil votos en toda la elección. A eso se llama magia fideliana pese a que otros la definen como “engaña-bobos” pues lograron engañar a los electores que sufragaron por la franquicia.
Curioso y destacable es que el AVE con su candidato en Acayucan, al sur del estado, Marcos Martínez Amador, rompió la hegemonía de las hermanas Regina y Fabiola Vázquez Saut, hijas del extinto pistolero Cirilo Vázquez Lagunes y que durante la última década se habían turnado la presidencia municipal. De paso, Martínez Amador habría derrotado –si se confirman las tendencias- al ex perredista y ex subprocurador de Justicia en la zona sur, Clemente Nagasaki Condado Escamilla, candidato del PRI y esposo de la actual diputada local del Sol Azteca, Brenda Abigail Reyes Aguirre.
La versión que se maneja es que los perversos del tricolor propinaron a las hermanas Vázquez Saut una sopa de su propio chocolate no solo al postular a Condado Escamilla que no pertenece a su grupo sino al apoyar al candidato del AVE. Esto derivó en que la actual diputada federal, Regina Vázquez, conocida con el sobrenombre de “La Paloma del Sur”, se haya deslindado del PRI un día antes del 7 de julio. Todos esperan con morbo para ver si concreta su renuncia al partido y si la secunda su hermana, Fabiola, actual presidenta municipal.
Eso sí, la familia Vázquez sigue en el templete político pues su tío Jesús Vázquez González, postulado por el tricolor ganó la diputación local en el distrito de Acayucan y su medio hermano Ponciano Vázquez Parisi, la alcaldía de Cosoleacaque, que heredará de su hermano Cirilo Vázquez, actual presidente municipal saliente, el cual llegó por el PAN y terminó en el PRI. ¡Qué bonita familia!, se insiste.
Lo que causó alegría en el mismo priismo fue la derrota de Shariffe Osman en el municipio de Emiliano Zapata donde fue impuesta por la alcaldesa jalapeña, Elizabeth Morales pese a no radicar en el lugar y al repudio de los militantes de la zona. Osman, que protagonizó un escándalo en el 2011 con la misma edil al exhibirse fotografías privadas de ambas, fue derrotada por el PRD ya que los priistas sufragaron en su contra. Es uno de los saldos de los comicios que más que afectar provocó satisfacción en el tricolor.