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El minutero

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EL BELLO Y LA BESTIA

 

Gobierno de ocurrencias y demencias. Ahora el mandatario en turno, Javier Duarte de Ochoa, ordenó interponer denuncias penales en la PGR contra las compañías Ferrocarril del Sureste (Ferrosur) y Kansas City Group, dueñas de los trenes que recorren el sur y centro de la entidad, a las que señala de permitir que los migrantes indocumentados viajen a bordo de los vagones de carga. Por supuesto, la denuncia no irá más allá de un leve impacto mediático porque el argumento es mera retórica para tratar de evadir la responsabilidad de garantizar el predominio de la ley en territorio estatal. 

 La finalidad es distraer la atención hacia las empresas concesionarias del transporte ferroviario en lugar de combatir a los grupos criminales que maltratan, extorsionan, roban, secuestran y asesinan a los indocumentados. Esas bandas criminales tienen aliados en la policía estatal y los agentes municipales –hay quienes aseguran que también alcaldes y por supuesto, funcionarios estales y federales-. Esto no es versión nueva porque desde hace tiempo hay señalamientos puntuales sobre esa relación entre agentes, funcionarios públicos y los grupos criminales en el tema de los migrantes.

 Es cierto que los operadores de los trenes tienen parte de la responsabilidad en la tragedia pero no es por permitir que viajen “de mosca” los migrantes sino porque muchos de los conductores y garroteros estarían coludidos con las células del crimen organizado haciendo paradas acordadas e ignorando los ataques. Aún así, aunque los empleados las empresas ferrocarrileras estuvieran coludidos con los delincuentes éstos no podrían actuar sin la complicidad policías y funcionarios que operan en las localidades por las que atraviesa “La Bestia” como denominan al ferrocarril. No son pocos los casos en que las propias dependencias policiacas ofrecen resguardo a los grupos criminales para cometer los abusos contra migrantes y se ha llegado al extremo que son los mismos policías los que secuestran a los indocumentados para entregarlos a los maleantes.

  Sin embargo, Duarte de Ochoa prefiere decidir perseguir a ferroviarios en lugar de investigar a sus propios allegados y conocidos que mucho tienen que ver en el asunto. Es más, si hay un interés puntual del cordobés para atender el asunto de las agresiones contra los migrantes indocumentados pues debería atender la denuncia que en su momento le hizo personalmente el sacerdote Alejandro Solalinde cuando en el 2011 se reunió con él en Xalapa y le entregó un expediente en el cual se involucra a funcionarios y altos ex funcionarios estatales en ese delito. También debería atender las crecientes versiones que involucran a su ex colaborador y actual delegado del Instituto Nacional de Migración (INM), el oscuro Tomás Carrillo. 

Son varios los cercanos suyos que tendrían mucho que explicar en torno a la tragedia que viven las personas que por necesidad se ven obligadas a dejar sus países y aventurarse a cruzar territorios minados, como Veracruz, arriesgando su vida misma. Bastaría con hacerle caso a lo que le dijo Solalinde y actuar en consecuencia. ¿Lo hará Duarte? Por supuesto que no, sería actuar en contra de los suyos. Pero más allá de la corrupción de los funcionarios públicos y la impunidad brindada por el despachante de Palacio de Gobierno, lo más grave del asunto es que la decisión del gobernante estatal de promover una denuncia contra Ferrosur afectará aún más a los migrantes indocumentados. Las empresas ferroviarias podrían tomar la decisión de impedir que éstos “viajen de mosca” sobre sus vagones y así se hará más pesado su peregrinar por el territorio mexicano.

 Tal medida no detendrá el flujo de migrantes sino que los obligará a viajar en autobuses, ocultos en camiones o a caminar por verederas y lugares inhóspitos. ¿Alguien cree que los criminales no los estarán esperando en esos sitios para cazarlos?, ¿se duda que los maleantes trasladen los secuestros y las extorsiones a las centrales camioneras o paradas de autobuses? Duarte en sus ocurrencias no va contra las ferroviarias sino contra el más débil, contra las víctimas, y de paso deja en paz a los victimarios. En fin, todo esto es un capítulo más del cuento llamado “Prosperidad en Veracruz” y este bien se puede titular “El Bello y la Bestia”.

 

¿SAHAGÚN JAROCHA?

 Desde hace una semana anda circulando una versión peculiar en las redacciones reporteriles y entre los escribientes de artículos de opinión, al parecer filtrada desde el poder estatal para mesurar el impacto mediático de una empresa de tal naturaleza. La especie apunta a que la señora Karime Macías de Duarte, esposa del actual gobernante en turno y presidenta del Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), sería postulada por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la diputación federal por el distrito de Coatzacoalcos Urbano para los comicios del año próximo.

 Es más, en algunos espacios periodísticos ya se ha comentado tal versión y de ser cierta reflejaría dos cosas: la primera, el nivel de desesperación en el tricolor por la falta de cuadros militantes que garanticen triunfos en el 2015, y la segunda, la magnitud del engolosinamiento con el poder que padece la “pareja gobernante” de la entidad que estarían por imitar a los panistas Vicente Fox y a su esposa Martha Sahagún, que quiso ser candidata a la Presidencia de la República para suceder al marido. En la aldea el objetivo es seguir enchufados a la nómina y a la grilla local. Hasta el momento lo que es real es que existe la versión dejada correr adrede para cuantificar expectativas y posibilidades –en el pueblo dirían que es para “medirle el agua a los tamales”-, pero otra cosa es que se concrete.

 Obviamente en el actual sexenio todo es posible por más descabellado que parezca. De resultar verídica tal postulación, entonces todos verán volcado el presupuesto estatal para ganar las votaciones en el sur del estado y convertir en diputada federal a la primera conyugue, aunque los más contentos con tal posibilidad son los de la oposición tanto la escasa partidista que queda en la entidad como la oposición interna, es decir de los priistas inconformes con el duartismo que se multiplican día a día, y que tomarían como un reto hacer que el tricolor pierda los comicios en aquel distrito. Los pronósticos son reservados y entonces más vale hacer las apuestas y comprar su bolsa de rosetas de maíz para disfrutar el espectáculo.

 

PAGARÉS EN MANO 

Hablando de facturas, el que está tocando la puerta de Palacio de Gobierno con los pagarés en la mano y exigiendo que se los paguen es Reynaldo Escobar Pérez, primer procurador de Justicia en el duartismo y secretario general de Gobierno en la fidelidad. Arrastrando el tufo de azufre que los caracteriza desde el fidelato, este personaje ha regresado a recordarle a Duarte de Ochoa las promesas incumplidas y pactos oscuros que adquirió desde que era aspirante a la gubernatura. Para eso salió de las penumbras donde permanecía agazapado desde que fue derrotado por el perredista Uriel Flores Aguayo en los comicios del 2012 cuando contendió por la diputación federal en el distrito de Xalapa Urbano.

 De acuerdo a sus allegados, Escobar busca ser postulado por el PRI nuevamente en los comicios del 2015 por el mismo distrito. “Quiere sacarse la espina, quiere una curul en San Lázaro”, confían. Eso fue a lo que se comprometió Duarte de Ochoa cuando lo removió de la PGJE y eso es lo que tiene que cumplirle, reiteran los confidentes. Eso no es una especulación pues los mismo quedó plasmado en una quejumbrosa carta que el propio Reynaldo Escobar envió al periodista Luis Velázquez en mayo del 2013, en la cual se plañía de que el cordobés le había “visto la cara de p…” en cuatro ocasiones por incumplirle promesas de tipo electoral y de cargos de poder.

 “La primera cuando se me incumplió con el nombramiento de Secretario de Gobierno y se optó por el panista Gerardo Buganza Salmerón. La segunda cuando me sacaron de la Procuraduría por los 35 cadáveres tirados frente al WTC de Boca del Río, Veracruz, cuya responsabilidad era del Secretario de Seguridad Pública y no mía. La tercera cuando se me ofreció la candidatura a la diputación federal y ocho días antes de la elección se me echó la caballería para aplastarme políticamente”, le relata al maestro Velázquez.

 “Y la cuarta, con la quemada (sic) de dos meses para acá donde se usó mi nombre y me hablaron para invitarme a ser candidato a diputado plurinominal, incumpliendo nuevamente la palabra. Seguro que no habrá una quinta burla para agraviarme, hay muchos p… más a quienes pueden usar para burlarse haciendo mal uso del ejercicio del poder público”, agrega. Así, Escobar está dispuesto a cobrarse a lo chino los pagarés políticos que le firmó Javier Duarte y convertirse por las buenas o por las malas en el próximo diputado federal por Xalapa.

 Para ello también desde hace algunas semanas comenzó una precampaña al sostener reuniones con diferentes organizaciones, las cuales ventila con boletines en algunos medios informativos, así como presentándose en foros y eventos. Empero, su aparición espectacular para demostrar parte del músculo que tiene para darle un manotazo al gobernante estatal se dio la semana pasada cuando trajo desde el norte del estado hasta Xalapa a la organización Movimiento de los 400 Pueblos del cacique vividor César del Ángel Fuentes. Fue un primer escarceo para “hacerle manita de puerco” al cordobés.

 No es un secreto que desde la Secretaría de Gobierno en tiempos de la fidelidad, Reynaldo Escobar se convirtió en financiador de César del Ángel para movilizar las huestes desnudas en contra del entonces candidato panista a la gubernatura, Miguel Ángel Yunes Linares, aunque ahora la presencia del Movimiento de los 400 Pueblos en la capital del estado no es contra Yunes ni contra los ex gobernadores Patricio Chirinos Calero y Miguel Alemán Velasco, como lo declararon. Tampoco nada tiene que ver el entuerto llamado “Comisión de la Verdad” que reclama una supuesta justicia para casos de despojo de tierras a los seguidores de Del Ángel Fuentes. No, los campesinos desnudos bailando en la Plaza Lerdo y amenazando con instalarse permanentemente en Xalapa tienen como destinatario a Duarte de Ochoa.

 Es falso lo que Escobar declaró a los medios informativos en torno a que el gobierno estatal y su partido nada más podría ofrecerle porque ya había sido alcalde de Xalapa, secretario de Gobierno y procurador de Justicia –en esta última encomienda salió despedido y por la puerta trasera-. Lo cierto es quiere regresar al templete político y viene por la revancha, con las pócimas y maleficios bajo el brazo, dispuesto a usarlos contra el despachante de palacio de gobierno. En resumen, los demonios ya se le soltaron a Duarte de Ochoa y éste es de cuidado porque es tan perverso como su antiguo patrón.

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