Por algún momento pensamos que el país había emergido de manera casi súbita. Quizá por el cambio de gobierno, quizá porque las tendencias así lo mostraban. Apenas nos recuperábamos del batacazo de 2009 que implicaba necesariamente una tendencia ascendente. Nos ganaba la euforia.
Medios internacionales comenzaron a voltear a nuestro país. La reforma laboral que se aprobó a finales del sexenio de Calderón fortalecía la percepción de que la recuperación se traduciría en un despegue. El optimismo se disparó cuando el columnista del New York Times, Thomas Friedman, elogió a México sobre China y otras potencias emergentes, sugiriendo el “Momento de México”, lo que galvanizó el entusiasmo. Se le bautizó como el MeMo, esto es, el Mexican Moment.
No obstante, en este periodo de definiciones el MeMo comenzó a mostrar los tenues rasgos de la cruda realidad.
¿Cuál es, entonces, el real momento mexicano ahora?
Aperitivo: el “momento económico”
El Tigre Azteca dejó de rugir. Hacienda tuvo que salir a informar, por segunda ocasión, que ajustaba a la baja la expectativa de crecimiento para este año. No sólo eso, sino el tamaño. De 3.5% se ajustó a 3.1 por ciento. Y de 3.1%, pasó esta semana a… 1.8% para 2013. Una caída de casi la mitad.
¿Se desinfló el Mexican Moment? Para Moody’s el MeMo está en clara pausa. ¿Qué ha pasado para llegar a esta situación?
En las causas externas, se identifica un mal cálculo del momento en el mundo. EU no está creciendo lo que se había previsto y, claro, otro hecho puro y duro es que nuestro país sigue dependiendo de las exportaciones al gigante estadunidense, cuya recuperación ha resultado más lenta que una tortuga reumática y más endeble que una promesa de campaña.
Esto, sin hablar de la conocida desaceleración de la economía mundial, que a golpe de latigazo europeo ha ido flaqueando.
Entre las causas internas están la contención en la dinámica de gasto del gobierno en el primer semestre del año —usual al arranque de un sexenio—, la baja en la actividad económica —principalmente en la minería—, la caída de la producción petrolera y el desplome de la industria de la construcción. Todos han acabado por dislocar la previsión de crecimiento del PIB a niveles mediocres e insuficientes para las necesidades de nuestro país.
El Mexican Moment.
Piatto forte: el “momento político”
Para poder revertir (al menos) algo del momentum mexicano perdido, es necesario modernizar el andamiaje legal con el que nuestro país sale a competir.
No obstante, para ello es necesario sacar adelante las reformas estructurales que desde hace más de 20 años se han intentado hacer, sin éxito.
Esto no ha sido posible porque, entre otras cosas, el sistema político está pervertido y anquilosado.
Su propia estructura y patologías no le permiten más que satisfacer a medias ambiciones de grupos de poder e intereses partidistas.
Por eso el momento político es condición fundamental para detonar el momentum económico de México.
Aquí es donde el tiempo es crucial. El momento político que atraviesa México es, por decirlo claramente, crítico.
No es necesario describir la serie de marchas y atropellos que vivimos esta semana por parte del movimiento disidente magisterial de la CNTE.
Ni siquiera es representativo de todo el sector, únicamente de la disidencia.
No obstante ello, han doblegado a todos los poderes constituidos y humillado al Poder Legislativo a la hora de aprobar una tercia de leyes secundarias que harían operativa la reforma educativa, quizá la que más consensos suscita en la población y entre los actores políticos.
Si aquello ha sido como una pesadilla, no quiero imaginarme lo que vendrá con la reforma energética, la más polémica y necesaria de todas. La madre de las reformas y, por lo tanto, de las batallas.
Es por ello, entre otras cosas, que el momento es crucial. De lo que ocurra en los próximos meses marcará el destino de este sexenio. No es optimismo ni pesimismo, es simple lógica.
El grado de cesión que se tenga centrará la dinámica entre el gobierno y los grupos de poder. Nada nuevo. Y ya saben cómo se construyen los momentums de la inestabilidad.
De las protestas de las leyes secundarias de la reforma educativa, se juntarán con el show cómico, mágico, político, musical que Morena y AMLO tiene preparado para el 8 de septiembre para protestar contra la reforma energética.
De la manera como los poderes públicos procesen democráticamente inquietudes, intereses y embestidas, dependerá si se reconstruye el momentum favorable al país.
El Mexican Moment (#MeMo)
Dolce : el “momento deportivo”
Gran expectación por el arranque mañana de la XXXI edición del Maratón Internacional de la Ciudad de México.
Celebro la intención de levantar la ambición y convertirlo en un evento de clase mundial. Justo lo que merece la capital de un país como México.
No obstante, los “activistas” de la #CNTE, que claramente no están interesados en la educación, y menos en el deporte, han obligado a modificar de último momento la ruta, que no podrá partir del Zócalo de todos los mexicanos.
Esto, en virtud de que los señores disidentes tomaron la Plaza de la Constitución de México como el patio de su vecindad, a contrapelo de los derechos de la mayoría de los mexicanos en el corazón de nuestra capital.
Un maratón es símbolo de una sociedad libre y vanguardista y ni ellos ni nadie lo detendrán. Nos vemos en la meta.
Café temprano y hartos hidratos de carbono, pa’ aguantar el ritmo.
El Mexican Moment.
@CiroDi