AGENCIA
Sinaloa.- Ismael ‘El Mayo’ Zambada, uno de los líderes más notorios del narcotráfico en México, estableció diversos negocios presuntamente para lavar dinero derivado del tráfico de drogas. Entre estos negocios destaca una empresa lechera llamada Santa Mónica, que se consolidó en Sinaloa a finales de los años 90 y parte de la década de los 2000.
La planta pasteurizadora de leche de Santa Mónica fue construida a la orilla de la carretera Culiacán – Eldorado, en el campo El Diez, en el municipio de Culiacán. Además, la empresa contaba con una sucursal ubicada en la esquina de los bulevares Doctor Mora y Xicoténcatl, en la colonia Las Quintas. La producción de la leche estaba a cargo de la empresa Nueva Industria de Ganaderos de Culiacán.
La planta principal de la fábrica se encontraba en la colonia El Alto Bachigualato. En esa época, ‘El Mayo’ tenía en funcionamiento máquinas especializadas para producir los envases y tapas de plástico utilizados para sus productos lácteos.
Santa Mónica logró establecerse como una marca reconocida en Sinaloa, operando de manera significativa durante varios años, hasta que las investigaciones sobre el lavado de dinero y los nexos con el narcotráfico pusieron en la mira a sus operaciones. La historia de esta empresa lechera es un reflejo de cómo el crimen organizado utiliza negocios aparentemente legítimos para ocultar actividades ilícitas y lavar dinero.