Por: Andrés Timoteo / columnista
No hizo falta que el alcalde de Boca del Río, el panista Miguel Ángel Yunes Márquez, midiera fuerzas con el diputado y empresario Fidel Kuri Grajales, la noche del viernes pasado cuando se realizó el partido de fútbol entre los equipos Tiburones Rojos y Los Tigres del Monterrey, en el que se había anticipado que el Ayuntamiento podría requisar la taquilla y dejar ingresar libremente a los aficionados, como sanción contra el Club Deportivo por evadir los impuestos municipales.
No, el destino se encargó de cobrársela a Kuri Grajales con hechos escandalosos y hasta delictivos que abonaron su mala fama -¡aún más!- y que incluso lo colocan en riesgo de que el equipo descienda a la segunda división de la Liga Mexicana de Fútbol, con lo que perdería el derecho a usar la franquicia, la cual, por cierto, es propiedad del Gobierno Estatal. El más bochornoso fue la agresión a golpes de integrantes de la ‘porra’ de los Tiburones Rojos contra seguidores de Los Tigres, además de las lesiones que le provocaron al jugador Jesús Dueñas, a quien le propinaron un botellazo en uno de los brazos.
Esas imágenes se transmitieron a nivel internacional y la Federación Mexicana de Fútbol (Femexfut) podría vetar al estadio Luis “El Pirata Fuentes” por la violencia generada.
No es la primera vez que Kuri Grajales está bajo indagatoria de ese organismo, el año pasado fue sancionado porque estando alcoholizado agredió al entonces titular de la Comisión de Árbitros, Edgardo Codesal. Hoy se anticipa la segunda sanción, pero todavía más, hay quienes exigen un castigo ejemplar como es el despido de los Tiburones Rojos de la Primera División.
Eso afectaría de lleno a Kuri Grajales, quien se ha beneficiado con la explotación de la marca, aunque los más afectados serían los verdaderos inversionistas, ya que, según las versiones insistentes, Kuri Grajales es mero prestanombres. Los que están detrás del orizabeño serían el dirigente del Sindicato Ferrocarrilero, Víctor Flores Morales e incluso Fidel Herrera Borunda, el hijo mayor del innombrable, de ahí el pleito a golpes que hace tiempo protagonizaron en un restaurante de Polanco, en la Ciudad de México, pues el junior le reclamaba al orizabeño el incumplimiento de los acuerdos para repartirse el botín que obtenían de las arcas estatales para el equipo deportivo – se habla que eran más de 100 millones de pesos al año-.
A Kuri y a sus socios se les podría acabar el negocio con la marca de los Tiburones Rojos. Por si fuera poco, también se difundieron masivamente en redes sociales y la prensa, imágenes de un integrante de la porra del equipo rojo consumiendo cocaína en las gradas del estadio. Se deduce, pues, que quienes agredieron a la ‘porra’ de Los Tigres eran sujetos alcoholizados y drogados. También se infiere que el narcomenudeo y el consumo de estupefacientes son una práctica permitida –y tal vez hasta parte del negocio- en los partidos de fútbol.
En su defensa, Kuri Grajales reparte culpas, llegando al extremo de responsabilizar al delantero de Los Tigres, el francés André-Pierre Gignac, de ser el causante del zafarrancho ¡¡porque festejó el triunfo en la cancha!! Vaya, cuanta desesperación del priista en aprietos. De paso, también acusa al Gobierno Estatal de no proporcionar elementos policiacos suficientes para garantizar la seguridad de los asistentes al estadio.
Se equivoca. El estadio Luis “El Pirata Fuentes” está dado en comodato a Kuri Grajales y los partidos de fútbol son un negocio privado, entonces el empresario es quien debe contratar los servicios de alguna empresa especializada en seguridad privada, y no lo hace porque no quiere invertir, sino únicamente obtener ganancias. Y si algo faltaba, también en el partido del viernes quedó en evidencia que hubo sobrecupo en el estadio.
A dicha justa futbolística asistieron más de 30 mil personas, cuando el cupo es para 28 mil, por lo que la Femexfut ya anunció una multa económica por 848 mil pesos, además falta que se deslinden las sanciones a nivel estatal y municipal. Uno de los argumentos de Kuri Grajales para evadir al Fisco de Boca del Río es la baja venta de boletaje y el viernes se comprobó que miente sobre los ingresos de la taquilla.
Resumiendo, a Fidel Kuri lo alcanzó el karma y después de varios años de vivir del erario Estatal que alimentaba financieramente al equipo Tiburones Rojos y de usufructuar bienes inmuebles y la franquicia del club de fútbol, al parecer vendrá una recomposición de cosas y el orizabeño tendrá que salir por piernas del negocio, si es que no se le finca responsabilidad penal por los abusos que ha cometido.
Respecto al Gobierno Estatal, éste tampoco puede evadir su responsabilidad de revisar las concesiones que se dieron a Kuri Grajales pues a través de los Tiburones Rojos se han fugado cientos de millones de pesos desde el sexenio del innombrable. No es algo nuevo, el Club Deportivo siempre ha sido guarida de ladrones y un mecanismo para succionar el dinero de los veracruzanos, aunque en los últimos doce años, el saqueo en aras de costear a un equipo de Primera División fue apoteósico.
Entonces, el Gobernador debe aprovechar la coyuntura para limpiar el estercolero en que se convirtió el equipo de fútbol. Llegó la hora de revisar las cuentas y deslindar responsabilidades a los abusivos que usaron al equipo para robarse el patrimonio de los veracruzanos. La afición se lo merece y la encomienda popular de ser el Gobierno del cambio, lo exige.
EL KARMA II
Otro personaje de la clase fidelista –más que priista- al que el karma está alcanzando es Armel Cid de León, alcalde de Fortín de las Flores, cuyo juicio de desafuero parece evidente. El jueves de la semana pasada, las comisiones de Gobernación y de Justicia y Puntos Constitucionales en el Congreso Local, votaron a favor para que el caso llegue a una Comisión Instructora, que será la que elabore la sentencia. Es decir, si es desaforado o no, para que se vote en el pleno.
El Edil está acusado del delito de violencia familiar equiparada, luego de que hace dos años propinó una golpiza a su pareja extramatrimonial, y las otras dos aduanas que es necesario pasar para que se le lleve ante el Ministerio Público son la votación, precisamente, en la Comisión Instructora y luego en el pleno legislativo. Hay quienes dicen que antes de la primera quincena de marzo, Cid de León será echado de Palacio municipal.
Antes, probablemente en esta semana que inicia, será llamado a comparecer ante los Diputados de la Comisión Instructora para que exponga su defensa. Ante todo eso, el que debe estar ‘calentando el brazo’ de nueva cuenta es el síndico Lucio Otilio Flores Espinoza, para asumir la Alcaldía y terminar el cuatrienio una vez que se concrete el desafuero de Cid de León. Hay que recordar que en el 2015, Flores Espinoza fue nombrado como encargado de despacho de la Presidencia municipal, luego de que Armel Cid solicitó una licencia por 40 días y ahora podría ser nombrado por la Legislatura como Alcalde sustituto.
Lo anterior ante la posibilidad de que el suplente formal, el empresario hotelero César Deschamps Castellano, de nueva cuenta desprecie el nombramiento. El exquisito Deschamps comenta entre sus allegados que “antes muerto, que sencillo”, o sea, que no piensa poner sus perfumadas sentaderas en la silla municipal. Moraleja: si bien a Armel lo persigue el karma, a los fortinenses también porque les dejarán un Alcalde suplente –Flores Espinoza-, que no rebuzna porque no se sabe la tonada y peor aún, si Deschamps Castellano se anima a convertirse en Alcalde, será otra calamidad porque el individuo piensa que el mundo no lo merece.
FALSO SILOGISMO
Para zafarse de la responsabilidad por haber ocultado los casos que fueron notificados desde el 2010 y de paso para intentar proteger a los exfuncionarios priistas veracruzanos que cometieron el delito, la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (Cofepris) de la Secretaría de Salud pretende engañar a la opinión pública con un falso silogismo en el caso de los medicamentos falsos que se aplicaron a pacientes oncológicos.
El viernes pasado la dependencia notificó que se hallaron 21 ampolletas del medicamento conocido como Avastin, pero que éstas “no fueron aplicadas”, intentando cerrar así la investigación al deducir que si se localizaron los frascos con el químico, entonces éste no fue inyectado, y entonces no hubo pacientes engañados, y entonces no murieron por un tratamiento clonado, y entonces tampoco no hay más delito que la falsificación de esas fórmulas, y entonces no hay crimen de lesa humanidad. Tal es el silogismo.
¿Qué esperaban? ¿Que los delincuentes les guardaran los frascos vacíos que sí usaron en los pacientes con cáncer? ¿encontrar un registro de enfermos que recibieron quimioterapias falsas con nombres y apellidos? La Cofepris recurre a lo superficial, en lugar de revisar los archivos sobre la muerte de pacientes en tratamiento en los últimos ocho años, buscar sus historiales clínicos y entrevistar a familiares, médicos y enfermeras que los trataron.
Además, indagar al Centro Estatal de Mezclas y revisar contratos a empresas que suministraban las formulas. En fin, el silogismo que plantean es muy conveniente para todos los pillos. Por eso también dio saltos de gusto el innombrable, quien el fin de semana tuiteó que la Cofepris prácticamente lo exoneró de toda responsabilidad, aprovechando el silogismo de que sólo hubo una ampolleta de medicamento falso en el 2010 que “no se aplicó”.
Es otra de las famosas “fideliñas”, tratar de engañar a la opinión pública, pero el innombrable se aferra a un clavo ardiendo con tal de sacudirse de la culpa. No lo logrará, basta que se investigue puntualmente a la Secretaría de Salud durante su sexenio y también al Centro Estatal de Mezclas que operaba en Xalapa –ya en el Gobierno de Javier Duarte-, y que supuestamente es propiedad de uno de sus hijos, para tener elementos suficientes que acrediten una orden de aprehensión. Por eso no ha puesto un pie en Veracruz ,pues en cualquier momento se puede liberar la petición judicial para ser