El ex boxeador japonés, fue condenado a la horca por un cuádruple asesinato que no cometió y tras 46 años en el corredor de la muerte fue puesto en libertad. La tristeza de todo ese tiempo vacio la conserva alegremente Guiness como record, nadie vivio tanto en el corredor de la muerte. Su hermana Hideko explica que ahora en el hospital apenas se le entiende al hablar, que no recuerda su nombre, que no puede caminar. Los efectos de esos 46 años esperando una notificación , tan presurosa como final, en una hora en la horca , que ya acabaron , si, pero ahí siguen las condenas. Iwao Hakamada nació en 1936 en Shizuoka, Japon y alos 24 años comenzó su carrera en el pugilismo profesional. En 1960 practicamente invicto logro 13 victorias nueve de ellas consecutivas y se colocó sexto del ranking mundial del peso pluma. Le esperaba la fama pero en un 1961 nefasto con pleno de derrotas hasta contar la sexta , le llevó mas bien al retiro, pero no a la pérdida del stigma siempre sería un boxeador, un hombre agresivo, que entró a trabajar en una empresa de MIZO, hasta que su camino se torció el 30 de junio de 1966. La casa de un ejecutivo de su compañía empezó arder y Hakamada como otros compañeros acudió a echar la mano. Apenas pudo. La policía al llegar descubrió cuatro cadáveres , la familia completa calcinada a la vez que violentamente apuñalados y rápido debido a la fama cosechada solo por haber subido a un ring, lo señaló a el. 264 horas de interrogatorio durante 23 dias con repetidas torturas llevaron a una confesión que en 1968 el tribunal del distrito de Shizuoka anuló aunque aquello no servía para nada . Através de pruebas falsas como unos pantalones ensangrentados minúsculos para Hakamada o un cuchillo intacto pese a ser supuestamente el arma homicida, las autoridades lograron inculparlo y fue contundente la pena capital. Debía ser ejecutado en diciembre de 1980 . Pero el ministro de defensa se negó a firmar la orden observando las irregularidades y ahí empezó un carrusel de alegaciones que tardó tres décadas en resultar. “Voy a demostrar que nunca maté a nadie, voy a romper esa cadena de hierro”. Escribia el ex boxeador a su hijo desde el corredor de la muerte, y al final lo logró.
Tras una campaña global en la que se volcó Amnistia internacional y varios púgiles del país del sol naciente, el pasado 27 de marzo de este año en curso Hakamada fue puesto en libertad. Hace unos días su hermana Hideko recibió en su nombre el cinturón del Consejo Mundial del Boxeo como campeón honorífico de peso pluma. El 46 años después no podía ni levantarlo. Este es un ejemplo de que hasta en los países mas civilizados suceden este tipo de arbitrariedades jurídicas suceden , y leemos como muchos países tienen la pena de muerte como algo realmente extremo he inhumano, lo curioso del caso es que en el país del sol naciente se rectifica y libera este tipo de presuntos culpables, cuantos Hakamadas tendrán los estadunidenses en sus prisiones condenados a la pena de muerte?. Una reflexión de cara a los escándalos vividos en nuestro país con montajes, presentaciones días después y todo para que el show mediático de la justicia Mexicana continúe así lo veo yo desde las gradas y ¿ud?.
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