AGENCIA
Internacional.- El jueves, en una operación sorpresa, agentes estadounidenses arrestaron a dos importantes líderes del narcotráfico mexicano en un pequeño aeródromo municipal cerca de El Paso, Texas. Joaquín Guzmán López, hijo de “El Chapo” Guzmán, y el septuagenario traficante Ismael “El Mayo” Zambada fueron detenidos cuando un avión de hélice, que había cruzado ilegalmente la frontera entre Estados Unidos y México, aterrizó.
Guzmán López había planeado entregarse, mientras que Zambada, engañado por el hijo de “El Chapo”, no tenía esa intención. Según fuentes estadounidenses, Guzmán López convenció a Zambada de subir al avión bajo el pretexto de ver propiedades inmobiliarias en el norte de México.
La detención de Zambada se produjo tras largas negociaciones de rendición entre las autoridades estadounidenses y Guzmán López. Muchos funcionarios habían perdido la esperanza de que Guzmán se entregara, por lo que quedaron sorprendidos al recibir un mensaje de última hora informando que llegaría con Zambada, un capo perseguido durante cuatro décadas. “El Mayo fue la cereza del pastel”, comentó un funcionario estadounidense.
El arresto de estos dos hombres ha sacudido el mundo del narcotráfico mexicano, generando temores de una fractura sangrienta en el Cártel de Sinaloa. Zambada, acusado de ser uno de los traficantes más importantes de México y cofundador del cártel con “El Chapo”, fue presentado ante un tribunal en Texas, donde se declaró no culpable de varios cargos, incluyendo empresa criminal continua y conspiración de importación de narcóticos. Su abogado, Frank Pérez, afirmó que su cliente no llegó a Estados Unidos voluntariamente.
Guzmán López, uno de los cuatro hijos de “El Chapo”, deberá comparecer la próxima semana en un tribunal en Chicago, donde fue acusado por primera vez de narcotráfico hace seis años. Los hijos de “El Chapo”, conocidos como “Los Chapitos”, han sido el principal objetivo de las autoridades estadounidenses en la lucha contra el narcotráfico, debido a su implicación en el tráfico de fentanilo, una droga que ha causado un gran número de muertes en Estados Unidos.
El presidente Joe Biden celebró las detenciones y prometió seguir combatiendo el fentanilo, que se ha convertido en la principal causa de muerte entre los estadounidenses de 18 a 45 años. “El número de estadounidenses que mueren ha ejercido mucha más presión. El fentanilo los ha derrotado”, afirmó Ray Donovan, exalto cargo de la DEA.
La operación fue llevada a cabo por la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) y la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI). La secretaria de Seguridad de México, Rosa Rodríguez, informó que el gobierno mexicano fue notificado de las detenciones, pero no participó en la operación.
El arresto de Zambada, quien tenía fama de ser un astuto operador que prefería permanecer en las sombras, ha resaltado la diferencia generacional entre él y los hijos de “El Chapo”, conocidos por ser más violentos y exaltados. Las autoridades estadounidenses ofrecían una recompensa de 15 millones de dólares por Zambada y 5 millones por Guzmán López.
La inesperada detención de “El Mayo” y la traición de Guzmán López podrían desencadenar un aumento de la violencia dentro del Cártel de Sinaloa, un grupo ya presionado por las autoridades estadounidenses y la creciente crisis del fentanilo.