Adriana Estrada
EL BUEN TONO
Orizaba.- El programa de botones de pánico para comercios, impulsado el año pasado y manejado por la Secretaría de Marina, fue un rotundo fracaso, y lo que en teoría debía ser una herramienta eficaz contra la inseguridad, terminó en el olvido debido a la falta de fundamentos del proyecto y a la desconfianza del sector empresarial.
De acuerdo a Víctor Manuel Luna Cubilla, vicepresidente de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) en Orizaba, dijo que uno de los principales obstáculos fue la complejidad del sistema, que requería acceso a las computadoras de los negocios para generar un algoritmo y activar la alarma, lo que implicaba que personal de la Marina debía instalar un software en los equipos, una medida que no fue bien recibida por los comerciantes, quienes vieron en ello un riesgo para su seguridad y privacidad.
