En su último informe, el Fondo Monetario Internacional (FMI) recortó las previsiones de crecimiento para el PIB de México en 2024 a un 2.4%, marcando una disminución notable de tres décimas en comparación con las estimaciones de enero. El panorama para 2025 también se ve modificado, estableciendo el crecimiento esperado en un 1.4%.
Las proyecciones ajustadas se atribuyen a un desempeño más débil de lo anticipado a finales de 2023 y principios de 2024, con una mencionada contracción en la manufactura. Sin embargo, hay un ligero incremento en las expectativas de crecimiento para América Latina en su conjunto para 2024, con un pronóstico de 2% de expansión económica, gracias en parte al desempeño económico de Brasil.
El FMI destaca que los riesgos para las perspectivas mundiales son ahora “bastante equilibrados” y señala el posible impacto de nuevas tensiones geopolíticas. A pesar de un contexto global que se mantiene “sorprendentemente resiliente”, el ritmo de crecimiento sigue siendo históricamente lento, influenciado por factores tanto inmediatos como el alto costo del endeudamiento y la reducción de apoyos fiscales, como a largo plazo, incluyendo los efectos de la pandemia y la situación en Ucrania.
Estas proyecciones refuerzan la necesidad de políticas económicas que promuevan la recuperación y el crecimiento sostenible en medio de un panorama global incierto.
