En una reciente declaración, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) desafía las interpretaciones que han surgido sobre su prolongado silencio. Enfatizando que su falta de comunicación no es un gesto de respeto o aprobación, sino más bien una dedicación a buscar soluciones más allá de la pesadilla que afecta a todos. La posdata, firmada por el capitán insurgente Marcos, critica la “tortícolis teórica” de aquellos que, desde sus escritorios o posiciones teóricas, emiten opiniones sin tener una conexión real con la complejidad de la situación.
El EZLN sugiere que su atención ha estado centrada en cuestiones más cruciales que las que se discuten en los escritorios académicos o en los titulares sensacionalistas. Además, señalan la discrepancia entre la realidad y las interpretaciones de los llamados “expertos” que, según el EZLN, carecen de un entendimiento profundo de los hechos. La decisión de mantenerse en silencio parece ser una respuesta directa a la especulación infundada y las suposiciones mal informadas que circulan, sugiriendo que prefieren dejar que las acciones hablen por sí mismas en lugar de alimentar la “sarta de barbaridades” generadas por aquellos que pretenden entender, pero que, según el EZLN, están atrapados en limitaciones superficiales.