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Ciudad de México. Ismael Zambada García, conocido en el mundo del crimen como El Señor del Sombrero o El Mayo, sigue siendo uno de los líderes más enigmáticos del Cártel de Sinaloa. A pesar de ser uno de los personajes más buscados en México, El Mayo ha logrado mantenerse fuera del alcance de las autoridades, viviendo en el escondite de la sierra sinaloense.
Sandra Ávila Beltrán, la infame Reina del Pacífico, reveló en una reciente entrevista con la periodista Adela Micha que la sierra es el hábitat natural de Zambada. “Es su medio, están acostumbrados al monte, a la sierra,” afirmó Ávila Beltrán, sugiriendo que esta área montañosa ha sido un refugio estratégico para El Mayo.
Zambada García, quien ha logrado evitar la captura mientras lidera una de las facciones más poderosas del Cártel del Pacífico, enfrenta constantemente el acecho de las autoridades. En una reciente operación, las fuerzas de seguridad llegaron a un rancho que se cree es propiedad del capo, pero al llegar, el lugar estaba desierto. La presencia de otra persona en el rancho sugiere que El Mayo había logrado escapar con rapidez hacia las montañas cercanas.
A pesar de la presión de las autoridades y de los intentos continuos de su captura, Zambada ha demostrado una habilidad excepcional para eludir a las fuerzas del orden. En una rara entrevista en 2010 con el periodista Julio Scherer, El Mayo especuló sobre su posible captura y las consecuencias que esta tendría. Aunque las circunstancias actuales no han cambiado, su habilidad para mantenerse en libertad subraya la complejidad y el poder que aún mantiene dentro del Cártel de Sinaloa.
Mientras tanto, el Cártel sigue dividido en varias facciones. Además de la liderada por Zambada, otra facción significativa es la dirigida por Los Chapitos, los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, quienes también se encuentran en la lista de los más buscados.
La habilidad de El Mayo Zambada para mantenerse fuera de la vista de las autoridades y su dominio sobre una de las facciones más influyentes del Cártel de Sinaloa continúan siendo un desafío monumental para las fuerzas de seguridad y una fuente de intriga y especulación en el ámbito criminal.