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AGENCIA
CDMX.- José Alfredo Jiménez, uno de los más grandes compositores de la música mexicana, vivió un momento clave en su carrera cuando presentó sus canciones a la disquera RCA Víctor. En aquella ocasión, debía mostrar su trabajo a Miguel Aceves Mejía, conocido como “El Falsete de Oro”.
Con gran entusiasmo, José Alfredo llegó temprano, vestido con su mejor traje y llevando una carpeta con nueve canciones. Fue recibido en un estudio con piso blanco, paredes acolchadas y un gran piano en el centro. Poco después, ingresaron Aceves Mejía y el reconocido compositor Tomás Méndez.
Durante la reunión, José Alfredo confesó que no sabía tocar ningún instrumento, lo que sorprendió a los presentes. Cuando le preguntaron cómo componía, respondió con sencillez: “De chiflidito”. A pesar de esto, Tomás Méndez decidió acompañarlo en el piano y le pidió que comenzara a cantar.
Así, José Alfredo entonó por primera vez los versos de *”Me cansé de rogarle”*. Con los acordes de Méndez, aquella letra tomó forma musical, marcando el inicio de una de las colaboraciones más importantes en la historia de la música ranchera.
Ese día, en un estudio de grabación, nació la dupla legendaria de José Alfredo Jiménez y Tomás Méndez, un encuentro que cambiaría para siempre el panorama de la música mexicana.
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