CDMX.- Para México, el desafío de garantizar la alimentación a una población que crece rápidamente y que se estima alcanzará los 138.1 millones de habitantes en 2030. lo que requerirá producir 14 por ciento más alimentos, esto obliga a reorientar la política agroalimentaria en donde los principales cambios esperados se sintetizan en la visión y el compromiso de construir un nuevo sistema agroalimentario, productivo, justo, saludable, incluyente y sustentable.
Además de orientarse a satisfacer la demanda futura de alimentos, las políticas agroalimentarias deberán tomar en cuenta que la oferta alimentaria que se genere lo haga de forma amigable con el medio ambiente, que considere los efectos de y sobre el cambio climático, que genere alimentos saludables, inocuos, seguros y con un elevado componente de calidad y trazabilidad.