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Nacional.- En México, el país de las estatuas monumentales, se erige una escultura que supera a todas las demás en altura. Con una imponente estatura de 66 metros, incluyendo su base, el Cristo de Copoya se destaca como la escultura más alta de México.
El Cristo de Copoya se encuentra en la cima del cerro Mactumactzá, a las afueras de Tuxtla Gutiérrez, la capital del estado de Chiapas. Su ubicación estratégica permite que la estatua sea visible desde varios puntos de la ciudad y también desde áreas cercanas como Chiapa de Corzo. El diseño del monumento, creado por el arquitecto Jaime Latapí López, fue concebido para que la estatua nunca diera la espalda ni a Copoya ni a Tuxtla Gutiérrez, simbolizando una presencia constante y protectora.
La idea del Cristo de Copoya fue propuesta por el arzobispo emérito de Acapulco, Felipe Aguirre Franco, cuando era obispo de la Diócesis de Tuxtla Gutiérrez en 1997. La construcción de la estatua, que comenzó poco después, culminó el 6 de diciembre de 2011. Con una inversión total que superó los 200 millones de pesos, y un adicional de 40 millones destinados a obras complementarias, el Cristo de Copoya es una obra monumental tanto en tamaño como en costo.
El Cristo de Copoya no solo es una estatua gigantesca, sino que también forma parte de un complejo arquitectónico religioso. Este incluye una capilla dedicada a la Virgen María, áreas para confesiones y espacios para eventos culturales y sociales. La estructura de acero inoxidable de la estatua mide 62 metros y constituye el corazón de este importante centro religioso.
El Cristo de Copoya está abierto al público todos los días de la semana, de 9:00 a 17:00 horas. Los domingos, se realizan confesiones a las 10:00 horas y varias misas a lo largo del día. Además, se celebran horas santas y misas exequiales en fechas específicas.
En el ámbito de las estatuas monumentales en México, el Cristo de Copoya es seguido por el monumento a José María Morelos, ubicado en la isla de Janitzio, en el Pueblo Mágico de Pátzcuaro. Esta estatua, que mide 40 metros de altura, fue construida por el escultor Guillermo Ruíz y ofrece una visión detallada de la vida del líder insurgente a través de 56 paneles diseñados por Ramón Alva de la Canal.
En tercer lugar, se encuentra el Cristo Redentor de Tihuatlán, con una altura de entre 33 y 35 metros. Inaugurada el 3 de noviembre de 2007, esta impresionante figura, que extiende sus brazos en señal de bendición, ofrece vistas panorámicas de la región y pesa 750 toneladas.
El Cristo de Copoya, con su imponente altura y su relevancia cultural y religiosa, se erige como un símbolo prominente en el paisaje mexicano y un destino de visita obligada para los interesados en la arquitectura y la espiritualidad.
