
Efraín Hernández
El Buen Tono
Córdoba.- En pleno horario laboral y haciendo a un lado sus responsabilidades, el líder del sindicato Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), Javier Ramos Bozziere, fue captado durante el registro de Manuel Alonso Cerezo ante el Organismo Público Local Electoral (OPLE), en un acto que evidencia su intento por amarrar un pacto político con uno de los personajes más cuestionados de la región.
La presencia del dirigente sindical en dicho evento político la tarde del jueves no pasó desapercibida. Alonso Cerezo, señalado públicamente como el “facturero de la corrupción” por su rápido enriquecimiento y sus vínculos con empresas fantasma y contratos inflados, representa todo lo que la base trabajadora ha rechazado históricamente: el uso del poder para el beneficio personal.
La relación entre ambos personajes no es casual. Ramos Bozziere arrastra su propio historial de señalamientos. En 2021, trabajadores del sindicato lo denunciaron ante la Fiscalía Regional de Justicia por administración fraudulenta, luego de que se negara a rendir cuentas, aumentara su sueldo de forma discrecional y promoviera la venta irregular de plazas, beneficiando a personal de la entonces presidenta municipal Leticia López Landero.
Además, durante su gestión ha evitado convocar asambleas, incumplido con la entrega de uniformes conforme al contrato colectivo y ha mantenido a los agremiados bajo amenazas, según versiones internas. A ello se suma el escándalo de marzo de 2024, cuando fue acusado de agredir físicamente a una joven vendedora, a quien habría golpeado en compañía de familiares, según denuncias hechas públicas en medios locales.
