Xalapa.- Otras referencias, extraídas de la declaración de Javier Duarte a la PGR, las hizo públicas el diario Reforma en 2016:
“Como parte del blanqueo de 253 millones de pesos, realizado por el exgobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, también adquirió tiempos compartidos en el Hotel St. Regis, en Nueva York, con un costo de más de millón y medio de dólares”, declaró su prestanombres y abogado fiscal, Alfonso Ortega.
El periódico Reforma publicó que, en su declaración, el abogado fiscal llevó a cabo la adquisición de los tiempos compartidos e hizo el pago al hotel, a través de una serie de operaciones realizadas desde el año 2011. Esta figura de ‘tiempos compartidos’ permite al propietario pasar 28 noches al año en el Hotel St. Regis.
Javier Duarte ordenó a Alfonso Ortega constituir la sociedad incorporada Siamese Twins Inc. en Estados Unidos para adquirir unidades en propiedad fraccional del exclusivo hotel neoyorkino.
A través de Siamese Twins Inc. —y de sus testaferros—, Javier Duarte compró las unidades de tiempos compartidos 1135-34 y 1135-31, en 410 mil dólares cada una, además de la unidad 935-24, en 400 mil dólares.
En su declaración ante la PGR, Alfonso Ortega menciona que están involucrados los abogados Nader Ahari y José Juan Janeiro —este último es señalado por las autoridades como operador financiero de Javier Duarte y fue quien hizo el depósito en dólares al hotel—.
La PGR, en su investigación, refiere que los datos aportados por Alfonso Ortega coinciden con una adquisición que aparece en la página electrónica de la Oficina del Registro Público del Departamento de Finanzas de Nueva York.
Ortega implica a Karime Macías
Alfonso Ortega declaró que en diciembre de 2012, la esposa del exgobernador, Karime Macías Tubilla, le ordenó endosar en blanco las acciones de todas las empresas que abrió en Estados Unidos para adquirir inmuebles, tiempos compartidos y todo tipo de bienes, incluidas las de la compañía con que compró la lancha Aquariva Super de 790 mil dólares (casi 10 millones de pesos).
Ante la PGR, el prestanombres dijo que esta instrucción se la dio Karime Macías cuando acudieron a un viaje de vacaciones a Aspen, Colorado, donde acompañó a la familia y se hospedaron en el St. Regis Aspen Resort. Ahí Karime Macías le dijo a Alfonso Ortega que ellos ‘querían resguardar sus inversiones y mantenerlas a salvo’.
El abogado fiscal del exGobernador señaló en su declaración ante la PGR que en el año 2008, Javier Duarte ocupó la crisis inmobiliaria de Estados Unidos para comprar remates de bienes valuados con un costo de entre 80 y 120 mil dólares, localizados en Miami, Florida.
“Esto ocurrió porque en Estados Unidos se originó una crisis y el sector inmobiliario puso ofertas de bienes y las Cortes subastaban casas para recuperar préstamos y créditos hipotecarios, por lo que las adquirieron para después ponerlas a la renta”.
Sabe Duarte que
Ortega es la
clave del caso
Si en la audiencia del sábado 22 no diluye la acusación, estará perdido.
Por las manos de Alfonso Ortega pasaron miles de millones —lo robado a las arcas públicas— y de ahí al blanqueo, atestando las tuberías financieras, comprando bienes, vendiéndolos, volviendo a comprar, las veces que fuera para camuflar su origen ilegal.
Ni Mansur ni Janeiro ni Bandín ni Rosas Bocardo —el de los terrenos de Campeche— ni doña Cecilia de Ochoa —madre del exGobernador— ni sus hermanos ni los Macías ni los Tubilla… nadie operó tan a fondo en la red de corrupción de Javier Duarte como Alfonso Ortega, el abogado que un día sintió la amenaza por pretender ‘abrirse’.
Su silencio es oro. Su vida —o su muerte—, una solución drástica… Ortega es el cómplice que lo puede hundir.
Archivo muerto
Fiscal de hierro, le llaman, y tiene al enemigo en casa. Carmen Vives Noceda, nueva fiscal regional, relevo del cuate de Los Zetas, Ricardo Morales Carrasco —hoy investigado por dispensar la autopsia del Berna (lugarteniente del H, alias Hernán Martínez Zavaleta), cuenta con fiscales que retuvieron a un menor de edad, se lo arrebata a su padre y, con maniobras (usando las instalaciones de la Fiscalía Regional en Coatzacoalcos), consuman su fechoría—.
Los acusa Mahiro Martínez de la Cruz, quien revela que su esposa Roberta Vázquez lo dejó por un amorío con un empleado de la Fiscalía —de nombre Martín Hernández—. Acusa a la fiscal para delitos contra la violencia familiar, María Elena Callejas Alarcón, de prestarse al juego.
Se acusa a otra fiscal, Emilia Hernández, de intimidación y amenazas. Mahiro Martínez de la Cruz asegura tener la custodia del menor, otorgada por un Juez. Vaya recibimiento para la fiscal de hierro, Carmen Vives, que tendrá que demostrar que el hecho existe y que el tráfico de influencias se paga con cárcel… Una masa humana —el torso acá, las piernas allá, los brazos, más allá— detonan el horror. Son pedazos, son fragmentos, los despojos de alguien que terminó su vida mal.
A eso de las 04:00 horas del pasado lunes 17, se realiza el hallazgo. Minutos antes, casi a las puertas del mercado Plaza del Sol, nadie imagina lo que habría de ocurrir. Yacen sobre la banqueta —a pie de calle—, superando cualquier otro escándalo advertido hasta entonces, sólo igual al de la mujer encontrada en la avenida General Anaya —hace ya muchos ayeres, obra de El Chanquilón y La Manola, a quienes los asesinos les encargaron destazar el cuerpo—. Algo tiene esa calle, la Constitución.
En ella fue ejecutado el abogado Rodolfo Zapata Carrillo, crítico del caos duartista en materia de seguridad, ultimado hace casi dos años —un par de cuadras abajo—. Y por algo será, pues el Mando Único Policial se encuentra otras dos calles después. Hoy, el horror vuelve, implícito el mensaje, horas después que el gobernador Miguel Ángel Yunes encabezara la reunión semanal del Grupo de Coordinación Veracruz, revelando avances y retrocesos ante el fenómeno de violencia, inseguridad extrema, sacudimientos del crimen organizado que lleva dos líderes menos: El Quino —un auténtico carnicero con obsesión por mutilar cuerpos— y el H, que con frialdad siniestra ordena el asesinato de cuatro niños… En breve, más del caso H y los hermanos Chagra, el proceso legal para evitar que a los bienes de los políticos fidelistas le apliquen la Ley de Extinción de Dominio; la ausencia por conveniencia con algo de presencia en Juriquilla, Querétaro, Puebla y en la Ciudad de México; la riqueza de Hernán Martínez Zavaleta, Zeta mayor en el Sur de Veracruz y Tabasco y las inversiones recientes del H y los Chagra, contrastando con sus ingresos comprobables, y ya no uno sino varios notarios que dieron fe de supuestas operaciones de compra-venta —algunos, bienes arrebatados a sus legítimos dueños—.
Y ese marcadísimo interés del regidor José Antonio Chagra Nacif ante el cabildo de Coatzacoalcos por regularizar lo que queda de las áreas verdes de la colonia Petrolera, sobre el canal colindante con la colonia Puerto México. Uno de los predios, cercado, el mayor en extensión, aún muestra un letrero que indica que es área verde municipal. ¿Quién le echó el ojo al terreno?