Por: Catón / columnista
Dulciflor, ingenua joven, le informó a su mamá que su novio la había dejado un poquito embarazada. Preguntó inquieta la señora: “Y ¿es serio y formal ese muchacho?”. “Claro que sí, mamá –la tranquilizó la cándida muchacha-. Ya me dijo que puedo quedarme con el bebé”… El padre Arsilio suspiraba con nostalgia: “Felices tiempos aquellos cuando la Santa Madre Iglesia usaba la lengua latina. En el bingo de la parroquia decíamos los números en latín, y ni los judíos ni los protestantes podían ganar nunca”… El oficiante de la boda se dirigió a la novia: “¿Prometes serle fiel a tu marido; estar con él en lo próspero y en lo adverso; acompañarlo en la salud y en la enfermedad y amarlo y respetarlo hasta el último día de tu vida?”. “Son demasiadas cosas –repuso ella-. Que escoja una”… Don Chinguetas comentó acerca de doña Macalota, su mujer: “Sufre mucho por causa de sus creencias”. Alguien preguntó: “¿Sus creencias religiosas?”. “No –aclaró don Chinguetas-. Cree que su número de zapato es el 4, y en verdad es el 7”… Aquel caníbal era muy mal portado: se emborrachaba; andaba con mujeres; se desvelaba con amigotes. Su esposa le comentó a una vecina. “No sé qué hacer con mi marido”. Propuso la otra: “Si quieres te presto mi recetario”… Dígase lo que se diga, y pésele a quien le pesare, el único líder político que hay en este país se llama Andrés Manuel López Obrador. Su figura domina la escena política nacional; nadie hay que pueda comparársele en presencia ni en personalidad. Él solo hace contrapeso a la poderosa estructura del PRI, al largo historial del PAN y a todas las tribus que forman el PRD. Su carisma, su tesón y su infatigable ir y venir por todo México lo han llevado a ocupar el primer sitio en las encuestas de cara al proceso electoral del próximo año. Especular sobre si su llegada al poder será un bien o un mal para el país sería bordar en el vacío. (Hay quienes dicen que AMLO sería un magnífico presidente, al menos los primeros seis años). En todo caso se antoja pensar que solamente una Triple Alianza que uniera a priistas, panistas y perredistas podría impedir la llegada de López Obrador al Palacio Nacional. Si esos partidos saben lo que les conviene deberían impulsar el proyecto de una segunda vuelta en la elección presidencial. Eso podría evitar que por simple mayoría el tabasqueño llegara a la presidencia. Con esto no quiero influir en el futuro de la República. Ni siquiera en mi propio futuro puedo influir. Pero son muchos los que piensan que es necesario poner en ejercicio todos los recursos de la democracia para prevenir hasta el menor riesgo de antidemocracia… Don Añilio, señor de muchos almanaques, iba a ser operado del apéndice. Le preguntó a su médico: “Doctor: después de la operación ¿podré follar?”. “Claro que sí” –sonrió el facultativo. “¡Qué bueno! –se alegró don Añilio-. Porque actualmente no puedo”… Uno de los internos en la clínica de enfermedades mentales le contó a otro: “El psiquiatra dice que tengo doble personalidad”. Replicó el otro con tristeza: “Ya somos cuatro”… La abuelita reprendía a su nieta mayor: “Te vas con el primer hombre que ves”. “Abuela –contestó la muchacha-, si hubieras leído bien tu Biblia recordarías que lo mismo hizo nuestra madre Eva”… Rosibel dijo hablando de su amiga Susiflor: “Tiene una manera muy fácil de conseguirse ropa nueva: se quita la que trae”… La joven recién casada se veía pálida, ojerosa, exangüe y agotada. Una amiga le preguntó la causa de su extenuación. Explicó ella: “Antes de casarnos me dijo mi marido: ‘Quiero que sepas que todas las noches llego a la casa a las 11 y pico’. Y en efecto: todas las noches llega a la casa a las 11 y pica”… FIN.