Ciudad del Vaticano.- El Papa Francisco recibió ayer con una sonrisa y cierta sorpresa a un bebé de poco más de un año que estaba disfrazado con la tradicional sotana blanca y el solideo de los pontífices durante el habitual paseo entre los fieles que realiza en la Plaza de San Pedro antes de comenzar la audiencia.
El bebé se llama Daniele De Sanctis, tiene 19 meses y estaba llorando desesperadamente en medio de la Plaza San Pedro hasta que el Papa Francisco lo vio, sonrió, lo alzó y le dio un beso.
La ideóloga del disfraz fue su madre, Paola Ciabattini, quien dijo que lo hizo como una demostración de afecto al pontífice. Definitivamente la idea surtió el efecto buscado: un encuentro cercano con el Santo Padre.
En la Plaza San Pedro ya estaba claro cuál sería el disfraz más buscado para este Carnaval.
No es la primera vez que se ve a un “pequeño-papa” en el Vaticano, ya que este fin de semana circuló por las redes sociales una foto de una madre con su hijo pequeño que paseaba por la Plaza de San Pedro vestido como Francisco.
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