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Internacional.- Horacio Pagani, el ingeniero argentino detrás de la prestigiosa marca de superdeportivos Pagani, es reconocido por su obsesión por la perfección. Más allá del diseño y la tecnología avanzada de sus vehículos, hay un detalle que a menudo pasa desapercibido: su dedicación al sonido del motor.
Pagani considera el rugido del motor como una parte esencial de la experiencia de conducir, describiéndolo como una “sinfonía mecánica”. Por eso, supervisa personalmente la afinación del sonido de cada uno de sus coches, asegurándose de que el motor produzca una melodía única, poderosa y emocionalmente impactante.
Este proceso es tan meticuloso que puede llevar semanas, durante las cuales Pagani colabora con ingenieros acústicos para modelar y ajustar el sonido hasta que alcanza su ideal de perfección. El resultado es un rugido distintivo, inconfundible en modelos icónicos como el Zonda y el Huayra, que no solo resuena con potencia, sino que también refleja la pasión artística de su creador.
Esta atención al detalle convierte a cada Pagani en una obra maestra no solo de ingeniería, sino también de arte sonoro, consolidando a la marca como una de las más exclusivas y respetadas en el mundo del automovilismo.
