El ginkgo biloba, conocido como uno de los árboles más antiguos del planeta, no solo destaca por su resistencia y longevidad, sino también por una peculiaridad única: pone huevos. Aunque no se trata de huevos como los de las aves, esta curiosa característica ha captado la atención de científicos y amantes de la naturaleza por igual.
¿Por qué se dice que el ginkgo “pone huevos”?
Los llamados “huevos” del ginkgo biloba son, en realidad, órganos sexuales femeninos: enormes bolas carnosas amarillas que cuelgan de sus ramas en otoño. Al caer al suelo, liberan un potente olor desagradable debido al ácido butírico que contienen. Estas estructuras son óvulos desnudos que, al no estar protegidos por ninguna envoltura, se distinguen de los sistemas reproductivos de otros árboles.
Esta característica reproductiva está vinculada a que el ginkgo es una especie dioica, es decir, posee árboles machos y hembras separados, lo que lo diferencia aún más de otras plantas modernas.
Rarezas fascinantes del ginkgo biloba
- Un árbol prehistórico y pancrónico
El ginkgo biloba es un verdadero fósil viviente. Pertenece a las ginkgoales, una familia de plantas que apareció hace 270 millones de años. Es el único sobreviviente de su linaje, lo que lo convierte en una especie relicta. Además, su forma ha permanecido prácticamente inalterada desde la prehistoria, razón por la que se le describe como pancrónico. - Superviviente de la bomba atómica
El ginkgo es también símbolo de resiliencia. Entre los árboles que sobrevivieron a la bomba atómica que devastó Hiroshima en 1945, el ginkgo es el más famoso. Su capacidad para resistir enfermedades, contaminación y condiciones extremas lo ha convertido en un emblema de la naturaleza indestructible. - Longevidad sin igual
En su hábitat natural, el ginkgo puede superar fácilmente los 1,000 años de vida. Su capacidad para regenerar el suelo con los nutrientes de sus óvulos caídos asegura su supervivencia generación tras generación.
El legado del ginkgo biloba
Más allá de sus peculiaridades biológicas, el ginkgo biloba representa un vínculo entre el pasado remoto de la Tierra y el presente. Su resistencia y adaptabilidad lo convierten en un símbolo de esperanza y fortaleza, recordándonos la capacidad de la naturaleza para superar adversidades y perdurar a lo largo del tiempo.
Ya sea por su historia prehistórica, su rol en la biodiversidad actual o su resistencia ante desafíos como la bomba atómica, el ginkgo sigue siendo un árbol único en el mundo, digno de admiración y estudio. 🌏🌳