Juan José Enríquez
el buen tono
Orizaba.- El obispo de este municipio, Eduardo Cervantes Merino manifestó que el Adviento anima a los cristianos a las grandes esperanzas a las que están llamados los seres humanos.
Tras leer un fragmento de la Carta de San Pablo a los Filipenses, expuso que esto anima a “saborear” lo que Dios invita a vivir en la iglesia en este tiempo de Adviento y sostuvo que la vida cristiana es un constante crecer en la vida de Dios.
El prelado dejó en claro que cada día se debe vivir de una manera digna y justa pero también “el Adviento nos abre el horizonte de los bienes espirituales, el sentido de la vida con sentido de la relación con Dios, las cosas que nos trascienden, pero nos quedamos solamente con los problemas inmediatos, sin poder mirar más allá”.
Dijo que Dios ha puesto en la vocación en la familia como papá, mamá, profesionista, artesano, agricultor, carpintero, en cualquier actividad, la cual es digna porque tiene un valor grande. “Somos más, somos todos en el proyecto del camino de la fe, somos los hijos de Dios, nos llama a construir con nuestra forma de vivir las responsabilidades de cada día, la presencia de Dios entre nosotros, pero que nunca nos conformemos, que digamos hasta aquí llegué, si no que siempre pensemos que podemos ir más allá haciendo un mundo más humano, con mejores familias, entrando en la relación, en la escucha, en el diálogo, en la formación, si la familia cristiana no nos educa hermanos, nadie nos va a educar, y si las otras instituciones que deberían educar no lo hacen como es el Estado o la iglesia, si no tenemos proyectos claros, no nos extrañe que vivamos una sociedad de desorden, violenta y de caos en la justicia”.
Añadió que es importante buscar el respeto y demás en la valoración de los que conviven a diario con cada uno de nosotros.