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Puebla.— Luego de intensas negociaciones, los ejidatarios de Tlahuapan decidieron levantar el campamento que mantuvo bloqueada la autopista México-Puebla durante casi 48 horas. El cierre, que ocurrió a la altura del kilómetro 70, afectó ambos sentidos de la vía, generando un caos vehicular en la zona y la molestia de cientos de conductores.
A pesar del levantamiento del bloqueo, la apertura de la carretera será intermitente, permitiendo el paso de vehículos cada dos horas, mientras los manifestantes siguen exigiendo el cumplimiento de sus demandas. Los videos compartidos en redes sociales muestran cómo los manifestantes comienzan a liberar la vía, y los primeros vehículos empiezan a circular por el tramo reabierto.
La protesta, encabezada por ejidatarios de Hidalgo, Puebla y el Estado de México, tenía como objetivo presionar a las autoridades para que les paguen de manera justa por sus tierras, las cuales fueron expropiadas para la construcción de la autopista. Según los inconformes, no han recibido la totalidad del pago prometido, lo que motivó el bloqueo.
Las afectaciones del cierre de la carretera no se hicieron esperar. La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) denunció que la prolongada interrupción del tránsito causó “graves afectaciones a la movilidad de los ciudadanos, del comercio y de la industria”. Ante esta situación, las cámaras empresariales pidieron a las autoridades que intervengan para garantizar la liberación total de la vía.
El caso de los ejidatarios de Tlahuapan no es único. En Xaloztoc, Tlaxcala, otros grupos de ejidatarios mantuvieron bloqueado un tramo de la carretera a la altura de Santa María Texcalac, en demanda del pago de sus tierras expropiadas hace 18 años, lo que ha generado una ola de protestas en la región.
La situación sigue siendo tensa, y la reapertura total de la autopista dependerá del cumplimiento de los acuerdos alcanzados entre las autoridades y los ejidatarios.
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