Agencias
México.- En el sureste de Jalisco, la situación se asemeja a un escenario de guerra, donde el Ejército ha enfrentado el desafío de desactivar decenas de artefactos explosivos colocados por la delincuencia organizada. Estos dispositivos han cobrado la vida de un militar y han dejado gravemente heridos a cuatro miembros del ejército y a un oficial de policía estatal. En lo que va del año, se han neutralizado al menos 30 minas explosivas en esta conflictiva región del estado.
El general Crisóforo Martínez Parra, a cargo de la XV Zona Militar, confirmó la presencia de una disputa entre el Cártel Jalisco Nueva Generación y los Cárteles Unidos por el control del sureste de Jalisco. Este enfrentamiento ha generado el desplazamiento forzoso de casi mil personas de la comunidad de Cipoco, en el municipio de Santa María del Oro, quienes han huido de la violencia en la zona.
Los enfrentamientos han revelado el uso de explosivos de fabricación casera colocados estratégicamente en caminos y senderos para perjudicar a grupos rivales y a las fuerzas del orden. El Ejército ha intensificado sus esfuerzos para detectar y desactivar estos artefactos, aunque el general Martínez Parra reconoce los riesgos involucrados en esta tarea.
