AGENCIA
XALAPA.- Un hecho de violencia el fin de semana conmocionó a quienes se encontraban en la Plaza Ánimas, cuando Maximiliano Zea Salas, bajo los efectos del alcohol, agredió brutalmente a una pareja en la entrada del centro comercial.
Zea Salas presumió ser sobrino del secretario de Gobierno de Veracruz, Carlos Juárez Gil, fue quien inició una pelea que rápidamente escaló, mientras los elementos de Seguridad de la plaza permanecieron impasibles ante la situación.
Según testigos, Maximiliano había consumido bebidas en un bar dentro de la plaza. Horas después, a su salida, un altercado verbal con un joven que estaba con su pareja desencadenó la violenta escena.
Lo que comenzó como una discusión terminó cuando Zea Salas, sin previo aviso, golpeaba al joven con gran fuerza, dejándolo en el suelo.
El agresor no se detuvo ahí. Una vez que el joven cayó lo continuó atacando, azotando su cabeza contra el piso y propinándole fuertes puntapiés. La pareja del joven, al intervenir también fue víctima de los golpes. Ambos quedaron visiblemente afectados por la brutalidad del ataque.
Uno de los aspectos alarmantes fue la inacción del personal de seguridad de la plaza. A pesar de presenciar la agresión, los guardias no hicieron nada para detener a Zea Salas ni para proteger a las víctimas.
Los testigos aseguran que los elementos de seguridad observaron el incidente sin intervenir, lo que ha desatado críticas sobre su labor y su capacidad para garantizar la seguridad de los clientes.
Este hecho genera indignación, no sólo por la agresión, sino por la falta de respuesta de las autoridades de seguridad privada.
Hasta ahora, no se ha informado si se tomarán medidas contra el agresor, quien no fue detenido ante la evidente corrupción.
Este caso, causa preguntas sobre el uso de influencias para evitar consecuencias legales. Algunos sugieren que su parentesco con un alto funcionario del gobierno estatal podría haber influido en la falta de acción de las autoridades locales.