Orizaba.- La mañana de ayer fueron hallados los cuerpos de dos hombres ejecutados en las inmediaciones del Complejo Deportivo Orizabeño (CDO), ubicado al sur de la ciudad los cuales presentaban señales de tortura, familiares de los occisos identificaron los cuerpos por la tarde.
Un fuerte movimiento por los elementos de la fuerza del orden público fue lo que despertó a los vecinos de la colonia Rincón Grande, luego de que a través de una llamada telefónica anónima, reportaran dos cadáveres tirados en el pasto de los campos antes mencionados.
Fue alrededor de las 7:00 horas cuando arribaron al lugar de los hechos elementos de Seguridad Pública quienes acordonaron el área donde se encontraban los dos hombres, quienes presentaban marcas de tortura, además del tiro de gracia.
Uno de los occisos vestía pantalón de mezclilla y camisa blanca, mientras que el otro se halló únicamente con un bóxer oscuro y varias marcas en el cuerpo que se lograban ver a primera instancia ya que el cadáver se encontraba casi desnudo, cabe mencionar que uno de éstos tenía tatuajes en diferentes partes del cuerpo, así como un mensaje en una cartulina.
“Hay está otro de sus comandantes, alias El Flaco, seguimos limpiando, sigues tu comandante de Ixtac, Octavio. Sigue protegiendo a quienes quieras matar en los cifones, pin…. polizeta de m…… Atentamente Carteles Unidos. El MB y el M”, decía textualmente.
Luego de varios minutos, personal de servicios periciales llegó a conocido lugar para realizar las diligencias correspondientes y ordenar el levantamiento de los cadáveres, mismos que fueron llevados al Semefo para realizarles la necropsia de ley.
Uno de los ejecutados respondía al nombre de César Alberto Vázquez, de 25 años de edad, de oficio lavador de autos, con domicilio conocido en avenida Circunvalación de la colonia El Espinal de Orizaba, el cual fue reconocido por su madre, María del Carmen Ruíz Maldonado.
Mientras que el otro, radicaba en la vecina ciudad de Córdoba, presuntamente en la colonia La Antorcha, quien en vida respondía al nombre de José Ignacio Alonso Luna y tenía 22 años.
Familiares de César Alberto e Ignacio Alonso, se trasladaron a una conocida funeraria local para reclamar los cuerpos, para posteriormente darles cristiana sepultura.