AGENCIA
Internacional.- Egipto y Jordania han expresado una firme oposición a la posibilidad de que los bombardeos israelíes en la Franja de Gaza desencadenen un “desplazamiento” de cientos de miles de palestinos hacia sus territorios. Esta postura ha surgido en medio de presiones occidentales que buscan que El Cairo permita el paso de refugiados a Egipto.
Los líderes de ambas naciones, el rey jordano, Abdalá II, y el presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, consideran que esta medida validaría lo que ven como una “limpieza étnica” de los territorios palestinos, lo que abriría la puerta a la negación de los reclamos históricos de Palestina para establecer su propio Estado.
En una reunión en El Cairo, el rey jordano y el presidente egipcio rechazaron las “políticas de castigo colectivo” dirigidas a los palestinos en Gaza. Ambos líderes enfatizaron que el desplazamiento forzoso de miles de habitantes de la Franja hacia sus territorios representaría un “peligro extremo” para la seguridad regional.
El miércoles, tanto el rey jordano como el presidente egipcio cancelaron una reunión que tenían programada en Amán con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
Mientras que Estados Unidos, Israel y otros actores mediáticos han defendido la idea de permitir el ingreso masivo de refugiados a Egipto como una solución viable, Egipto y Jordania mantienen una postura opuesta. Consideran que esta propuesta no es deseable y temen que desencadene una situación insostenible.
Organismos internacionales, incluidas agencias de la ONU, han expresado preocupación sobre la orden de evacuación emitida por Israel, argumentando que podría interpretarse como un principio de limpieza étnica. La limpieza étnica se refiere a la expulsión forzosa sistemática de grupos étnicos, raciales o religiosos de una zona específica, lo que genera preocupaciones sobre los derechos humanos y la justicia.