Orizaba.- Se realizó en la Iglesia de Nuestro Señor del Calvario el Vía Matris, en el marco del Sábado Santo, con el fin de considerar la vida de la Virgen desde el anuncio profético de Simeón hasta la muerte y sepultura del Hijo, como un camino de fe y de dolor, articulado en siete estaciones, indicó el párroco del santuario, Helkyn Enríquez Báez.
Cientos de católicos acudieron desde muy temprano en un día que es considerado como de luto, por lo que no se concede celebrar enlaces matrimoniales ni administrar otros sacramentos, a excepción de dos: de la Penitencia y la Unción de los Enfermos.
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SIGUEN EL MODELO
Así, según el modelo del Vía Crucis, ha nacido el ejercicio de piedad del Vía Matris. Desde el Siglo XVI hay formas incipientes del Vía Matris, pero en su forma actual no es anterior al Siglo XIX. La intuición fundamental es considerar toda la vida de la Virgen, desde el anuncio profético de Simeón (cfr. Lc 2,34-35) hasta la muerte y sepultura del Hijo, como un camino de fe y de dolor: camino articulado en “siete estaciones”, que corresponden a los “Siete Dolores” de la Madre del Señor.
Los presentes hicieron oración junto a la imagen de la Virgen María, quien en brazos sostiene a Jesús, su hijo amado, tras ser crucificado esperando la Resurrección, por lo que para muchos es un día de reflexión y silencio.
Es decir, la preparación para la conmemoración de la Vigilia Pascual en donde se realiza la celebración del fuego nuevo, la Liturgia de la Palabra y la Bautismal, concluyendo con la Liturgia Eucarística.
Enríquez Báez, explicó que las estaciones del Vía Matris son las etapas del camino en el que la Virgen ha precedido a la Iglesia y que esta deberá recorrer hasta el final de los tiempo, articulados en los “Siete Dolores” de la Madre del Señor.