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Internacional.- El Gobierno de Estados Unidos incautó un lujoso avión, propiedad del presidente Nicolás Maduro, valorado en 13 millones de dólares. Se trata de un Falcon jet francés con tres motores, capaz de realizar viajes transatlánticos sin escalas, cruzando de América a Europa con comodidad. Mientras tanto, en Venezuela, el salario mínimo apenas alcanza los 3.5 dólares al mes, sumiendo a millones de personas en la miseria.
La mayoría de los venezolanos lucha día a día para sobrevivir. El contraste entre la lujosa vida del mandatario y la extrema pobreza de su pueblo es evidente. En un país donde la crisis humanitaria ha alcanzado niveles alarmantes, con falta de alimentos, medicinas y servicios básicos, el hecho de que Maduro posea un jet digno de un jeque árabe es visto como una ofensa a quienes no tienen ni para comer.
Este avión es una prueba más de las diferencias abismales entre la élite gobernante y el ciudadano de a pie en Venezuela, donde los recursos parecen estar concentrados en las manos de unos pocos mientras el resto del país se desmorona.
