Cuitláhuac.- Para cerrar el año con broche de oro, ediles y funcionarios de alto rango de la administración de Ambrosio Borbonio Ane, se incrementaron el sueldo hasta 10 y 15 mil pesos, dependiendo el cargo que ostentan dentro del Ayuntamiento, en medio de un discurso de austeridad que anunció incansablemente la primera autoridad y que llevó a los trabajadores a vender boletos de un rodeo para ganar su propio aguinaldo.
El colmo fue cuando al cierre del 2012, desde la tesorería se ordenó el pago de las dos famosas semanas de aguinaldo y literalmente así fue, pues los trabajadores recibieron 10 días de sueldo y no quince, pues se les contó cómo días hábiles.
A diferencia de los ediles: Anatolio Clavijo Luna, Zoraida Verónica Flores Sánchez, Alfredo Jiménez, Alejandro Arzola Fernández, Gabriel Camarillo Pérez y el secretario particular del alcalde, además del munícipe, Ambrosio Borbonio Ane, quienes recibieron completa la quincena del aguinaldo, por su ardua labor al frente del cabildo.
Es tal la corruptela dentro de la administración de Borbonio Ane, que en días pasados y de buenas a primeras, el campo Vikingo “encontró” su dueño después de años de permanecer intestado, siendo el tesorero Gabriel Camarillo Pérez, el propietario de este espacio.
Respecto a los incrementos de sueldos, se conoció que en días pasados se reunieron los ediles, encabezados por el síndico único, Alejandro Arzola Fernández, quien le increpó a Brobonio Ane sobre los bajos sueldos y solicitó un incremento a cambio de continuar firmando en tiempo y forma las actas de cabildo que jamás han sido públicas, como lo ordena la “Ley Orgánica del Municipio Libre”.
Ante tal situación los sueldos quedaron de la siguiente manera; Alejandro Arzola Fernández, quien tenía un sueldo de 45 mil al mes, se lo aumentó a 60 mil, su primo, el tesorero Gabriel Camarillo Pérez de 35 mil se lo aumentó a 45 mil, los regidores Anatolio Clavijo, Verónica Flores y Alfredo Jiménez, de 25 mil que ganaban, ahora gozan de 35 mil, y por último el secretario del Ayuntamiento Raúl Sánchez Hernández, primo del síndico, quien ganaba 25 mil ahora gana 30 mil.
No obstante, para evitar que se dieran a conocer estos elevados sueldos, los funcionarios ganan “oficialmente” menos del 50% de forma directa y el resto en compensaciones como canasta básica, apoyo de viáticos, retroactivos y otros gastos, que es como ocultan sus “jugosas” ganancias, provenientes del erario público.
JosÈ Vicente Osorio Vargas
El Buen Tono
