De La Redacción
El Buen Tono
Alpatláhuac.- El alcalde, Leonel Sánchez Reyes, convirtió la Feria 2024 en un negocio particular, porque sólo sus carpas funcionaron para expender diversos productos con precios exagerados, especialmente bebidas alcohólicas, e impidió a otras personas instalar puestos de comida.
Al respecto, pobladores consideraron que el evento anual se convirtió en una oportunidad para que el funcionario pueda enriquecerse más, “el problema es que los pobladores se comportan como burros domesticados, asisten a la feria, compran lo que les ofrece, y con ello le permiten seguir robando lo que puede”.
De acuerdo con las quejas de los inconformes, las ferias son una oportunidad para lograr ingresos que les permitan llevar el sustento a sus familias, pero en esta ocasión fue imposible, porque la autoridad los excluyó a todos de la actividad”.
“Acaparó todo, se aprovechó del poder que tiene, y como sabe que nadie le dirá nada, ni lo sancionará, hace lo que quiere, aún sobre los más necesitados”, expresaron.
Abusivo
Las quejas mencionaron que durante el partido de fútbol entre Club América y Diablos Rojos de Toluca, varias carpas del “amigo de todos”, expendieron productos a precios exagerados.
Dijeron que un six pack de cerveza de conocida marcase la vendió en 200 pesos, mientras que en tiendas de conveniencia cuesta unos 120 pesos.
Los pobladores se quejaron de que ni siquiera les permitió ingresar con una botella de agua, y que una lata de refresco pequeña la expendió en 40 pesos.
Tramposos
Además, acusaron a la Policía Municipal de comportamiento prepotente, cobraron 50 pesos por estacionamiento sin garantizar la seguridad de los vehículos, e hicieron de acomodadores.
Los habitantes denunciaron que, a pesar de estos cobros, las unidades eran susceptibles a robos y vandalismo, sin respuesta adecuada de los oficiales.
Fuentes confiables informaron que Sánchez Reyes pagó cerca de 25 mil pesos a cinco jugadores del equipo América para su participación en el evento, mientras que los pobladores y turistas pagaron el alto costo de los productos.
Tampoco permitió a los locales vender sus antojitos, lo que perjudicó a quienes buscaban beneficiarse del evento religioso de María Magdalena.
Subrayaron que los habitantes y visitantes tienen la culpa de lo que sucede por ir a la feria y permitir los abusos de autoridad, así como el enriquecimiento ilícito del edil, “si nadie asiste al festejo, ni consume, el edil se dará cuenta del repudio social, y reconsiderará su postura”.
