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Atzacan.- Por negarse a participar en la campaña política de su esposa, Margarita Durán Alcántara, candidata del Partido del Trabajo (PT), para sucederlo, el alcalde, Mario Vargas Amador, despidió al personal de la Dirección de Protección Civil Municipal.
La medida arbitraria, y que provocó indignación ciudadana, afectó al titular de la dependencia, Joel Alejandro Segura, y a seis elementos más.
De acuerdo con fuentes internas, presionaron a los ahora ex empleados para integrarse a las actividades proselitistas de la aspirante a la presidencia.
Tras rechazar la exigencia, por considerarla fuera de sus funciones, y una falta grave a la ética institucional, comenzaron a sufrir represalias, que iniciaron con recortes salariales y culminaron en despidos inmediatos.
Impacto
La decisión dejó al municipio sin personal capacitado para atender emergencias, en un contexto donde las contingencias por lluvias, deslaves, e incendios forestales son frecuentes.
La administración nombró a personas sin experiencia en gestión de riesgos para cubrir las vacantes, lo que alarmó a los habitantes.
“Juegan con nuestra seguridad únicamente por proteger intereses políticos familiares”, denunció una vecina de la comunidad.
Residentes manifestaron que la candidatura de Margarita Durán carece de arraigo y simpatía entre la población, y que su postulación responde al intento del alcalde de prolongar su influencia en el poder local, aún a costa de desmantelar áreas clave del gobierno municipal.
Protestas
Ante lo ocurrido, los ciudadanos proyectan organizarse para solicitar la intervención del Congreso del Estado y del Órgano de Fiscalización Superior, al considerar que se trata de un abuso de poder.
Comenzó a crecer el llamado para los ciudadanos a un voto de castigo en las próximas elecciones municipales.
En Atzacan la ausencia de protocolos de emergencia dejó al descubierto una crisis más profunda: la falta de ética en el ejercicio del poder, y el privilegiar los intereses políticios de las autoridades.
