AGENCIA
CDMX.- La representación de Marcelo Ebrard se negó a firmar el acuerdo sobre el sorteo de encuestadoras para elegir al aspirante presidencial de Morena, mientras que los enviados de Adán Augusto López y Ricardo Monreal signaron “con reservas”, porque algunas casas seleccionadas no cumplen los requisitos.
Aunque los representantes de Ebrard, López y Monreal exhibieron que cuatro encuestadoras eran “propagandísticas” de Claudia Sheinbaum, dos de ellas resultaron seleccionadas.
Ante ello, Malú Mícher, del equipo de Ebrard, se negó a firmar el acuerdo, mientras que Arturo Ávila, en representación de Adán Augusto, y Alejandro Rojas, de Monreal, firmaron con reserva para exigir que la Comisión de Encuestas las descarte.
Este viernes el ex canciller presentará una petición formal al Consejo Nacional para que dos casas encuestadoras sean descartadas y se tomen las dos siguientes de la lista de prelación de las 10 propuestas.
MILENIO confirmó que estas dos empresas fueron propuestas por Sheinbaum y Manuel Velasco; se trata de encuestadoras que favorecen en sus mediciones a la ex jefa de Gobierno y que fueron criticadas por el propio partido por sus mediciones en la elección del Estado de México.
“Manifestamos nuestro punto de vista con relación a algunas de las encuestadoras que no reunían los requisitos y no debían ser ni siquiera incorporadas en la tómbola; a partir de ese momento no se escuchó, pero se llevó a cabo el proceso y lamentablemente salieron (ganadoras) algunas de las casas de las que habíamos manifestado nuestra inquietud”.
“Eso es todo, no pasa nada, pero esto no se acaba hasta que se acaba, estamos en un proceso histórico en el que nos da gusto participar, pero tenemos nuestro derecho a manifestar nuestras inquietudes”, dijo Mícher.
Mientras que el representante de Adán Augusto sostuvo que esas empresas “han sido propagandísticas, han presentado resultados que benefician a una o un aspirante en específico; no podemos aceptar una empresa que es anímica para una persona”.
Ávila confío en que el partido rectifique y, aunque firmaron con reserva, sostuvo que “por parte de Adán Augusto no habrá ninguna ruptura”; sin embargo, reconoció que el hecho de que el equipo de Ebrard no firmara “evidentemente es una protesta”.
A su vez, Rojas dejó claro que este sorteo no es definitivo y advirtió que Morena tiene que atender las inconformidades, porque “si no hay un acuerdo democrático, puede haber un conflicto que nadie desea. Hoy no hay acuerdo al 100 por ciento; la dirigencia tiene que mostrar la mayor habilidad política posible”.
Aunque los representantes de las “corcholatas” no cerraron filas como el partido esperaba, el dirigente nacional, Mario Delgado, y el presidente del Consejo Nacional de Morena, Alfonso Durazo, defendieron que se trató de un proceso “transparente”.