En un mundo donde las formas de expresión personal no dejan de sorprender, el concepto de ser “transespecie” ha captado la atención global. Uno de los casos más recientes es el de la streamer Meow Dalyn, quien declaró en una entrevista que se identifica como un perro. “Mi nombre es Meow como un gato, pero soy un perro”, señaló durante una conversación con The Kyle & Jackie O Show, un programa australiano.
Meow, quien cuenta con más de 15 mil seguidores en Twitch, ha adoptado hábitos que, según explica, reflejan su identidad transespecie: usa orejas falsas, collar y cadena, duerme en una jaula y, para completar la experiencia, tiene cuidadores que la tratan como a un perro real. “Es curioso que no tenga que pagarle a nadie para que pase tiempo conmigo”, comentó con humor.
Además de compartir su vida como un e-puppy en la plataforma, donde asegura que “no muerde… tan duro”, Meow ha puesto el tema de las identidades transespecies nuevamente en el debate público.
No es la primera vez: otros casos de transespecies
La historia de Meow Dalyn no es aislada. En 2023, un creador de contenido japonés conocido como Toco gastó 2 millones de yenes en un traje ultrarrealista de border collie para vivir como un perro. En agosto de ese año, salió a la calle por primera vez vestido como can, un momento que compartió en su canal de YouTube y que se volvió viral.
El fenómeno tampoco es nuevo. En 2019, el británico Tom Peters, apodado “Spot”, fue el primero en identificarse públicamente como transespecie en el programa This Morning. Vestido como un dálmata, Peters expresó su deseo de ser reconocido como una mezcla de humano y perro.
¿Identidad o expresión artística?
Estos casos abren un debate interesante sobre las nuevas formas de identidad y expresión en el siglo XXI. Para algunos, estas historias son una forma radical de individualidad; para otros, un fenómeno curioso que desafía las normas culturales.
Lo cierto es que figuras como Meow Dalyn, Toco y Tom Peters están llevando las fronteras de lo que significa ser humano a territorios desconocidos, despertando preguntas sobre la naturaleza de la identidad en la era moderna.