Veracruz.- Durante el último año de su Gobierno, Javier Duarte y su equipo de colaboradores le sacaron dinero a todos los cajones a los que tuvieron acceso. Eso dice la Cuenta Pública 2016.
Aunque contaba con numerosas denuncias de alcaldes por retención de recursos, de proveedores que reclamaban pagos y ya existía la sospecha de una red de empresas ‘fantasma’, la Administración de Duarte exprimió más las finanzas, de acuerdo con el Informe General del Resultado de la Fiscalización Superior sobre la Cuenta Pública 2016.
El informe, analizado por la Comisión de Vigilancia y Cuenta Pública del Congreso local, expresa que el daño patrimonial en Veracruz asciende a 12 mil 592 millones 249 mil 805 pesos.
De ahí, 718 millones 497 mil corresponden a daño en ayuntamientos y 11 mil 873 millones 752 mil 609 pesos, en Cuenta Consolidada.
Las observaciones más fuertes son tres: la Coordinación de Comunicación Social con Alberto Silva, por 2 mil 268 millones; otra de 2 mil 257 millones a recursos para ayuntamientos que les fueron retenidos, y la tercera por mil 249 millones a 20 dependencias que pagaron sobrecargos por multas y créditos fiscales, por no contar con la retribución en tiempo y forma.
Los gobernadores deberían ser administradores y no abogados
Aunque se ostenten como profesionales en Derecho desconocen cómo administrar una Entidad Federativa; se meten a gobernar porque les interesa más robar y continuar con sus carreras políticas. Como no aprenden a trabajar, quieren vivir siempre del presupuesto para hacerse de fortunas, en lugar de administrar y vigilar que las inversiones se realicen y produzcan beneficios para el pueblo. Claro es el ejemplo de Javier Duarte, quien es abogado y Máster en Derecho, pero que se dedicó a exprimir las finanzas estatales. ¿Qué hace un abogado de administrador de un Estado? Por esa razón Veracruz continúa en una fase decadente, más pobre, diezmado por tanto saqueo.