Santiago.- El camino de Chile hacia el triunfo está plagado de escollos y el primero es Uruguay, equipo rocoso y competitivo como pocos, que pasó a la segunda fase a trompicones pero que en esta instancia siempre es un hueso duro de roer. El oficio charrúa está fuera de discusión.
La Celeste no ha perdido nunca un partido de cuartos de final en la Copa América, y en los dos últimos torneos eliminó en esa fase a Venezuela (2007) y Argentina (2011), las selecciones anfitrionas de las respectivas competiciones.
Chile, en cambio, lleva la etiqueta de equipo que agacha la cabeza en el momento de la verdad y salió derrotado las tres últimas veces que llegó a los cuartos de final.
Pero en la Roja están convencidos de que en esta ocasión va a ser distinto gracias al respaldo de su público y al optimismo que ha dejado la trayectoria ascendente en la fase de grupos, que culminó con la goleada 5-0 a Bolivia.
Uruguay se presenta al choque sin hacer mucho ruido tras una discreta primera fase, pero este plantel prefiere ceder el cartel de favorito y la presión a Chile.