Sandra González
El Buen Tono
Orizaba.- Aunque la reciente reforma para la Vivienda Social ha sido vista como una oportunidad positiva para los trabajadores, aún persisten dudas en torno a su implementación. Según líderes sindicales de la región de las Altas Montañas, la claridad sobre las características de las viviendas, así como las condiciones para las rentas, siguen siendo insuficientes.
En el texto original de la reforma presentada por el presidente Andrés Manuel López Obrador y aprobada por el Senado el 31 de octubre, se establece que las rentas pagadas durante un período de 10 años se contabilizarían como un abono.
Sin embargo, la palabra “casa” no aparece explícitamente, lo cual ha generado incertidumbre respecto al tipo de viviendas que se planea ofrecer y si las rentas estarán limitadas a casas o conjuntos habitacionales específicamente construidos por el Infonavit.
De acuerdo con la reforma, los trabajadores tendrán derecho, desde el primer año de cotización al Infonavit, a acceder a viviendas en alquiler con costos accesibles, inferiores al 30% de sus ingresos. “La idea es que se cuente con viviendas dignas, pero queda por definir en qué lugares se construirán y si habrá un período de espera para que los recursos del fondo del Infonavit financien estas construcciones”, señalan los líderes sindicales.