Tomatlán.- La inoperancia de la planta tratadora de aguas residuales ubicada en la salida a la localidad de Neria, ha provocado que las aguas negras continúen desembocando sin filtros y contaminando el río Seco hace más de tres años.
Dicha obra millonaria fue realizada por el entonces presidente municipal, Martín Reyes Anaya, en la administración 2008-2010, la cual contrajo una deuda millonaria con el Banco Nacional de Obras y Servicios (Banobras). En esa administración, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) destinó un millón 300 mil pesos para la construcción de la planta moderna, la cual evitaría que las aguas negras desembocaran directo al río Seco.
Sin embargo, el tratamiento de la planta tratadora se detuvo, tras el adeudo de la obra y la falta de recursos del Ayuntamiento, de la cual hasta la fecha continúa en abandono total.
Debido a ello, familias que habitan río abajo y que aún ocupan sus aguas para uso común, están poniendo en riesgo su salud, debido a la alta contaminación que ha provocado Tomatlán.
