Seguramente recuerdas la expresión que usábamos para alabar algo, y es que en esta semana mis queridos lectores, creo la comencé deseoso de estimular mi autoestima, pues en el programa ¨Punto de Partida¨ del domingo 15 de junio de Denisse Maerker comentaron sobre la decisión de los asambleístas del Distrito Federal sobre no permitir a los animales (Dizque por maltrato) que aparezcan en espectáculos circenses. Queriendo pecar de vanidoso diría que este fue un réplica del artículo que escribí en el diario ¨El Buen Tono¨ de Córdoba, ya que inclusive mencionaron la extinción del toro de lidia que en caso de prohibirse la fiesta brava podría darse, situación que solo los que nos hemos dedicado a la cría de ganado lo sabemos y afortunadamente para su servidor y si ustedes vieron el mentado programa coincidirán en que son muy parecidos, solo que mi artículo se publicó antes. Para su servidor es un orgullo que mis comentarios si no fueron plagiados, cuando menos estén a la altura de gente tan reconocida en la televisión.
Esta noche del 16 de junio asistí al festival ¨El mago de Oz¨ de la academia de baile ¨Ana Pavlova¨ que dirige la señora Aurora Górriz. No saben que agradable sorpresa me llevé; aunque sabía del potencial de la señora y a pesar de mi escasa cultura en este aspecto, esta señora en un trabajo muy profesional saco lo mejor de las chiquitinas, lo mejor de las mayorcitas, las cuales parecen no envidiarle nada a las profesionales; la continuidad de las acciones, los vestidos, el maquillaje, la iluminación, la coreografía, la música, todo enmarcado por un bellísimo ¨Teatro LLave¨ que vivió como en sus mejores tiempos del siglo pasado. En fin un espectáculo digno de cualquier ciudad del mundo. Si esta señora hubiera crecido en Europa, seguramente hubiera creado fama internacional.
Y para no salirme de mi estilo, la pamba: Para el objeto decorativo que esta tras el escritorio de la oficina de tránsito de la ciudad de Orizaba, lo que sucede en nuestras calles sobre todo en las mañanas de 7.00 a 8.30 hrs. debe resolverse precisamente en las calles; levántese y salga a ellas y dese cuenta de la anarquía que existe en nuestra ciudad. A estas horas no hay respeto para el peatón, nada de que él es primero, ni respeto por los señalamientos, sobre todo por aquellos que trabajan en la propia calle, ni mucho menos un ¨sonríe que estas en Orizaba¨.