Por Andrés Timoteo / columnista
DON TEODORO, EL VOLADOR
El papanteco ilustre, el hijo del trueno, el volador. Don Teodoro Cano García desde ayer ya danza en la presencia de los dioses totonacas. Se fue el gran muralista y pintor, amante hasta el fin de su cultura y su pueblo a los que hizo fuente de su inspiración. Veracruz perdió a uno de sus artistas más notables.
Cano García, nacido en 1932 -iba a cumplir 87 años en mayo- fue alumno de otro grande, Diego Rivera, quien lo cobijó e instruyó en su juventud, ayudándolo a ingresar a la Academia de San Carlos, y lo sembrado dio fruto en abundancia. Basta recorrer Papantla y las comunidades vecinas para apreciar su magnífica obra.
Desde el mural en los bajos del templo de Nuestra Señora de la Asunción, frente al parque principal, hasta el enorme volador que mira la ciudad desde un cerro y que, de pie, toca la flauta antes de comenzar a volar para los dioses. No fue indiferente a la tragedia y con su arte plasmó en una escultura el dolor del pueblo totonaca ahogado por las inundaciones de 1999. Se fue Don Teodoro, el volador, y Veracruz está de luto.
Esta noticia triste empató con el Día Internacional del Libro, celebrado el pasado martes, fecha para recordar que la lectura es el mejor bálsamo contra las calamidades. El libro es un remedio, dicen algunos, para combatir la ignorancia, la enfermedad, la tristeza, las guerras, la barbarie, la mediocridad, la soledad, el oscurantismo, el pillaje, la devastación ambiental, las dictaduras y hasta el desamor. Entonces, ¡a leer todos como si fuera receta del médico!
PLAZO FATAL
El presidente, Andrés Manuel López Obrador, dio un segundo ‘espaldarazo’ al gobernador Cuitláhuac García en su cuarta gira realizada en Veracruz -domingo y lunes-, lo llenó de halagos, le dedico vivas y hasta el brazo le alzó. Sin embargo, antepuso las porras a la condolencia por la masacre de 14 personas, entre ellas un bebé, en Minatitlán. ¿Cómo se puede leer eso?
Del Mandatario Estatal dijo que es honesto, inteligente, honrado, sin malas entrañas, bueno, limpio y con respaldo, y muchos fueron los adjetivos para una sola persona y cualquiera pensaría que el xalapeño es un ser prodigioso. Sin embargo, lo malo -para él y para su halagado- es que por decreto no se hace a un hombre honesto ni inteligente mucho menos a un buen gobernante.
Las porras lanzadas en Antón Lizardo, frente a cadetes disciplinados que la repitieron, hubiera sido imposible ante un público abierto. No es la primera vez que el tabasqueño tiene que recurrir a las loas para detener el declive de la popularidad de García Jiménez, ya lo hizo a finales del mes de marzo en el Norte de la Entidad durante su tercera gira. Allí le extendió un primer decreto de honestidad.
Ya van dos intentos de recate mediático para Cuitláhuac García y lo precario es que el efecto puede llegar a ser inocuo. En poco tiempo será considerado como un agravio para los veracruzanos que exigen respuestas y acción gubernamental. El Mandatario Federal sostiene que las peripecias de García Jiménez son producto de la “malanteada” política, cuando en realidad es resultado de la “malanteada” criminal a la que no quiere enfrentar.
Mientras no la combatan, poco van a lograr y la misma será un explosivo con cronometro para la “Cuarta Transformación” en la Entidad. No tardan los días en que las vivas de López Obrador para Cuitláhuac García sean respondidas con una silbatina. A ver si el próximo viernes que prometió regresar para visitar Minatitlán se atreve a echarle porras al gobernante frente a los adoloridos y abandonados sureños.
Por cierto, López Obrador puso un plazo fatal de seis meses para resolver el problema de la “ola” de violencia en Veracruz y el País. Tal compromiso es un tiro en el pie, dicen algunos, porque no podrá cumplir. Eso mismo dijo el panista Miguel Ángel Yunes y sus palabras fueron un lastre durante todo su bienio.
Seis meses para serenar al País, es decir que para el mes de octubre ya se tendría controlada la crisis de violencia. ¿Y si no? Le lloverán reclamos y la promesa se convertirá en un arma para la oposición con miras para las elecciones intermedias del 2021. La Guardia Nacional entrará en funcionamiento en agosto, y en dos meses no apaciguará la Nación.
Los apoyos repartidos a la población a través de los llamados programas para el bienestar, a fin de alejar a las personas de la delincuencia, tampoco darán su efecto a corto plazo. Es más, algunos dicen que el dinero que se comenzó a repartir a los jóvenes NiNis -que ni trabajan ni estudian- aumentará el circulante para la adquisición de droga, es decir, desde el Gobierno se estaría financiando al narcomenudeo. En fin, habrá que esperar ese plazo de seis meses para aplaudir o reprochar.