Al culminar su ingeniería, Don Hilarión se fue a vivir a Europa y fue cuando empezó su trabajo como pintor profesional, ya que el conocer las pinturas murales del extranjero le permitieron abrir sus horizontes y amar cada vez más lo que hacía, su estancia por el continente europeo fue por 8 años y posteriormente vivió en New York y fue justamente cuando inició con esta tendencia muralista, la química la dejó por completo y empezó la obra que actualmente conocemos cuando estuvo viviendo en Paris en el año de 1957.
Posteriormente tuvo que volver a la ciudad de México y ya en su casa en el año de 1969, retomó su trabajo, el cual aún sigue en proceso, y que lleva como nombre ‘Una obra en el espacio del tiempo’, que no es de algún género en particular, sino muy personal, ya que cuando un pintor encuentra su camino, se olvida los géneros y simplemente plasma su propio estilo.
Durante su recorrer como artista, Don Hilarión tiene admiración por reconocidos pintores, tales como Leonardo da Vinci, Rembrandt, Josepth Mallord William Turner, Francisco de Goya, Pablo Picasso, entre otros más como Leo Matiz al cual no tomaría como maestro, pero si alguien a quien admira mucho.
Conforme transcurrían los minutos la charla se volvía aún más interesante, pues este personaje orizabeño, podría contar cada una de sus vivencias y nunca terminaría, la casona que el habita es su mayor obra, pero es muy triste saber que no podrá donarla al pueblo, porque eso sería como buscar quererse meter a la fuerza en la historia de Orizaba, pero Don Hilarión piensa que si su obra vale, la gente la cuidará y la salvara, sino vale sus herederos venderán la propiedad y la demolerán, ya que entre risas dijo que su vecina se encuentra ‘loca’ por comprarla y si al fallecer la adquiere, la demolerá y la ocupará para poner negocios como siempre se lo ha dicho.
Artistas con amor al arte como él son muy pocos, la historia de estas paredes inicio en el año 69 y tiene 44 años haciéndolo, lo cual le ha causado varios problemas hasta con las autoridades de la ciudad, pues en una ocasión el ingeniero Luis Rojí se le acercó para preguntarle que si le daba permiso de pintar la fachada de su casa y él le respondió ¿Usted sabe de pintura? Don Luis Roji le respondió: No y Don Hilarión le dijo: Entonces no se ponga hablar de algo que no sabe, por lo que eso le causó un poco de problemas, ya que Don Luis Rojí le retiró el habla y jamás volvió, pero esto lejos de enfadarle le dio risa, ya que él está muy consiente que si sabe de arte y sobre todo de pintura, pues para ello se pasó casi 20 años en Europa y Estados Unidos, para conocerlo y es que sus maestros le decían, para conocer el arte y saber lo que es pintura hay que ir a diario a los museos, entonces nadie le puede decir que es pintura, ya que él sabe mucho más que muchos artistas de esta ciudad.
Mientras hablaba de todo esto nació la incógnita de cuantos eran los museos que Don Hilarión conocía y con su respuesta pude comprender que su amor por lo que hace es muy grande, pues conocer todos los museos de Europa, España, Francia, Italia, Alemania, Suiza, Bélgica y uno de sus favoritos que es el Louvre en Paris, así como los museos de Estados Unidos que se encuentran en New York y Washington, pues son los mejores lugares con museos de ese país, es algo digno de admiración, ya que los únicos que nunca visitó son los de Rusia.
Sobre el Museo de Arte del Estado de Veracruz de Orizaba dijo que el lugar está bien, aunque muy pobre, fuera de los Diegos y aún con ellos, Diego Rivera no fue un pintor muy importante en cuanto al cubismo y si de segunda, ya que para él, Diego fue considerado un pintor seguidor de los grandes y una de sus obras más importantes sobre cubismo fue la que lleva como nombre ‘El Matemático’, la cual fue condenada por la crítica al decir que no era cubista, pero Picasso salió a su defensa y dijo que si lo era.
Anécdotas y vivencias propias son parte de la vida de Don Hilarión, el cual también nos cuenta que continuará con su trabajo hasta donde más pueda, pero quizá ya sea por muy poco tiempo y es que se encuentra un poco enfermo, pero obras de su autoría hay muchas y es que su casa está toda llena de ellas, un total de 20 habitaciones contienen obras de pintura mural, sobre lienzos, vidrio, madera, metal, todos los muebles se encuentran pintados por él y además también hay varias obras del género arte objeto, pues para Don Hilarión, así como un sacerdote convierte el vino y la ostia en la sangre y el cuerpo de Cristo, el pintor puede convertir algún objeto por medio de sus manos en arte o en una gran obra, por lo que dentro de su casa hay muchas de estas que son de creación propia y que le gustan mucho.
Don Hilarión ha plasmado con sus manos toda su sensibilidad, pero él piensa que esta pronto desaparecerá, ya que las paredes nunca las preparó para trabajar en ellas, porque si las preparaba no serviría de nada, pues siempre tenía que tomarlas por sorpresa, si las preparaba no tendría caso porque ya no podría pintar lo que él quiere transmitir.
Algún día a todos los que nos causa curiosidad que esconden las paredes de esta emblemática casona de esta ciudad tendremos la oportunidad de apreciar el arte de Don Hilarión, ya que si Dios le presta vida reparara este lugar que se encuentra un tanto deteriorado y es que esto cuesta bastante dinero, así que una vez hecho esto podrá permitir a las personas que gustan de su arte el poder admirarlo de cerca y poder entrar a su casa que seguramente debe ser un deleite a la vista todo ese trabajo que ha realizado a lo largo de estos años.
No se sabe aun cuando abrirá su casa para conocer más de su obra, pero primero tiene que componer algunos detalles la misma, ya que hay que hacerle varios arreglos, pero si con esta charla y con su peculiar forma de ser me dejo maravillado, quiero imaginar que el conocer más de su trabajo lo hará aún más y es que al verlo en las calles cualquiera podría decir que es una persona huraña y de pocos amigos, pero al hablar con él puede hacer que se cambie su manera de pensar, ya que es una persona digna de admirar y ser reconocida por todos cuantos lo conocemos o simplemente lo hemos visto recorriendo las calles de la esta bella Orizaba.
Edy Méndez
EL BUEN TONO