El comunicado del Banco de México, anunciando un aumento agresivo de 75 puntos base en la tasa de interés, reflejó un tono hawkish, que sigue la línea de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed, por su abreviación en inglés), como política monetaria para controlar la inflación.
Luego de la decisión, el peso mexicano volvió a tocar los 19.99 pesos por dólar, para luego situarse en subir a 20.03 por dólar, con el tipo de cambio a la baja, cediendo 0.09 por ciento.