CDMX.- La propia Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) documentó la intervención del Capitán Segundo de Infanteria, José Martínez Crespo, en la noche de Iguala, en la que desaparecieron los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa.
Martínez Crespo es el primer militar detenido por su participación en estos hechos ocurridos la noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre del 2014.
En los partes informativos del Ejército -formatos institucionales generados con los reportes de los propios miembros del Ejército desde el lugar de los hechos- se da cuenta de la intervención del Capitán Segundo de Infantería, José Martínez Crespo, en momentos importantes de esa noche, y se tuvo acceso a ellos desde 2015, año en que los familiares de los 43 normalistas desaparecidos ya planteaban su sospecha contra miembros del Ejército ante una presunta relación con el ataque y desaparición de los muchachos.
Las primeras versiones y testimonios de estudiantes y personas que los auxiliaron en medio de los ataques de esa larga noche de Iguala, dan cuenta de su presencia.
Su participación recobra un peso importante en estas últimas fechas, seis años después de la desaparición de los normalistas, porque el Capitán fue detenido en días recientes y varios medios de alcance nacional consignaron su situación como una presunta relación con los hechos de Iguala.
Agencia Proceso informó que Martínez Crespo, a quien enuncia como uno de los señalados del caso Ayotzinapa, fue ingresado a prisión al Campo Militar 1-A por delincuencia organizada, homicidio y desaparición forzada.
El primer parte de esos hechos de Iguala lo generó la institución a las siete con cuarenta horas de la tarde: “estudiantes sin actividad”, en el tramo 127 de la carretera Chilpancingo-Iguala, cerca de la comunidad Rancho del Cura. Llegaron en el autobús de la empresa de Estrella de Oro número 1531.
En el parte de novedades 22636 se notifica a la 35 Zona Militar que el 27 Batallón de Infantería organizó la madrugada del 27 de septiembre una fuerza de reacción para patrullar la ciudad al mando del Capitán.
Todos esos hechos forman parte de una correspondencia entre el 27 Batallón de Infantería de Iguala y la 35 Zona Militar, con base en Chilpancingo.
Esta información se publicó por primera vez en la edición 799 del semanario Trinchera, correspondiente a la semana de los últimos días de junio y los primeros de julio del 2015. Esta información salió de documentos oficiales obtenidos por la periodista Marcela Turati a través de la Ley de Acceso a la Información que compartió con semanario Trinchera.
La cronología militar
De acuerdo al parte de novedades del 26 de septiembre, folio 22632, entre las ocho y ocho con cincuenta minutos de la noche arriban unos 40 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa a la caseta de cobro Ixtla-Iguala en el autobús 1568. Ponen como advertencia de que los estudiantes podrían “apoderarse ilegalmente de otros autobuses”.
Veinte minutos después reportan que los normalistas están en la central de autobuses Estrella Blanca, ubicada en la esquina Salazar y Hermenegildo Galeana.
Los estudiantes habrían apedreado un autobús Futura número 2513, el cual se llevaron junto a otros dos de la misma línea por la calle Hermenegildo Galeana en dirección al centro de la ciudad. Los policías municipales los siguieron y los normalistas se bajaron y les arrojaron piedras, “por lo que éstos últimos (policías) respondieron la agresión efectuando detonaciones de arma de fuego”.
Enseguida, al menos es lo que se lee en la tarjeta informativa continua, el Ejército busca comunicación con los responsables de la Policía Estatal y Policía Municipal para saber qué ocurría: “A las 22:00 horas se estableció comunicación con José Adame Baustista, coordinador operativo de la Policía Estatal en la Zona Norte, quien contestó que la corporación no iría a prestar apoyo a la Policía Municipal a menos que recibiera ordenes de sus superiores”.
Sigue: “A las 21:15 horas se estableció comunicación con Felipe Flores Velázquez, secretario de Seguridad Pública del municipio de Iguala, con una actitud reservada y tratando de minimizar los hechos, que su personal se encontraba en los filtros en las salidas de esta ciudad, que no tenían ningún carro detenido y que no se habían suscitado disparos de armas de fuego”.
Flores Velázquez fue funcionario del gobierno municipal de José Luis Abarca Velázquez, quien era alcalde de Iguala cuando ocurrió la desaparición de los normalistas y a quien vinculaban con el grupo criminal Guerreros Unidos. El edil está preso por delincuencia organizada.
El gobierno federal señaló al exjefe policiaco como responsable de la desaparición de los 43 normalistas. Lo detuvieron en el año de 2016 y lo liberaron tres años después, como ocurrió con otros implicados en el caso, por irregularidades en la investigación.
La secuencia de los hechos hilvanados por el Ejército a partir de los reportes llevan hasta las calles Juan Álvarez y Simón Bolívar, frente a la Clínica Cristina, por los disparos que se escucharon. En ese reporte dan cuenta que en la calle Juan Álvarez, cruce con Periférico Norte, hay un autobús y cinco patrullas de la Policía Municipal, de donde se llevan detenidos a cuatro normalistas.
Después, otro parte sitúa en la carretera Iguala-Chilpancingo, frente a Palacio de Justicia, donde reportan que hay otro autobús con normalistas detenido por dos patrullas de la Policía Municipal.
En este punto, el 27 Batallón de Infantería reporta a sus superiores de la 35 Zona Militar que los policías bajaron a los estudiantes escupiendo “palabras altisonantes”.
La información indica que a las diez y media de la noche del 26 llegaron a ese lugar otras tres patrullas, de las que se bajaron “policías” vestidos de negro y con la cara tapada (“encapuchados”). Cinco minutos después trataron de bajar a los normalistas y los estudiantes dijeron que algunos de sus compañeros se estaban heridos.
Para los primeros minutos del 27 de septiembre, los partes de novedades con folios 22634 y 22635 (ampliación de información) dan cuenta de la lesión de bala de tres normalistas internados en el hospital general Jorge Soberón Acevedo de Iguala. Después puntualizaron que en total se internaron a 13 heridos en el hospital general.
En el mismo parte reportan la agresión de automovilistas por “hombres armados” sobre la carretera federal Chilpancingo-Iguala, a la altura de la entrada a las comunidades Santa Teresa y Zacacoyuca. Esto corresponde a la agresión contra los jóvenes deportistas del equipo de futbol Los Avispones que viajaba en un camión de turismo, y los pasajeros de taxis colectivos de la ruta Iguala-Chilpancingo.
Durante la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014 asesinaron a seis personas, tres normalistas de Ayotzinapa, un futbolista, el chofer del autobús del equipo de deportistas y la pasajera de un taxi colectivo.
La secuencia de reportes del Ejército ubica que en el taxi con placas de circulación 5486FFN y número económico 0972 quedó una mujer muerta, y que el autobús donde viajaban los futbolistas era de renta de la línea Castro Tours, placas de circulación 434-RK-9.