De la Redacción
El Buen Tono
CÓRDOBA.- Autoridades municipales de la pasada administración incurrieron en un evidente daño al erario del municipio al haber pagado doble por la realización del mural en el conocido inmueble del Patio de la Estrella ubicado en pleno centro de la ciudad sobre la calle 3, cuyo costo ascendió a un total de 928 mil pesos.
De acuerdo a un documento difundido entre medios de comunicación, se pudo conocer que en los contratos celebrados el primero y el 18 de marzo del año pasado, se efectuaron dos pagos por la creación de dicha pintura a Filiberto Cuastle San Miguel y otro más a Héctor Manuel Crisanto, por montos de 522 mil y 406 mil pesos respectivamente.
Valiéndose del fervor histórico por la celebración del Bicentenario de la Firma de los Tratados de Córdoba, la pasada administración aprovechó para nuevamente saquear a la ciudad y derrochar recursos públicos en la supuesta obra de arte plasmada en un edificio en litigio.
La ex alcaldesa vociferó en su momento que Córdoba se convertirá en la ciudad más bonita del estado de Veracruz; sin embargo, esto está muy alejado de la realidad teniendo en cuenta que los principales edificios del primer cuadro, sufren el deterioro causado por el paso del tiempo y la poca intención de restauración, pues muchos corren el riesgo de un desprendimiento de los revestimientos y de las coberturas.
Y es que la ex alcaldesa durante su gobierno se jactó de la realización de proyectos que se limitaron a murales alusivos a la celebración de los 200 Años de la Firma de los Tratados de Córdoba en distintos puntos “sorpresa” de la ciudad.
Durante la presentación del mural en el año 2021, usuarios de redes sociales manifestaron que el Ayuntamiento únicamente pretendía pintar paredes para el desvío de recursos en lugar de obligar al dueño de PINVER, Omar Díaz, a que devolviera los 3 millones de pesos que recibió de anticipo para el rescate del patio durante la administración de Tomas Ríos Bernal, además de que un pseudo historiador percibía un sueldo de 11 mil 600 pesos al mes por presuntas “asesorías” en comunicación cultural.
