Nahúm Bastian
el buen tono
CÓRDOBA.- Tras el recorrido y primera evaluación por parte de las autoridades municipales al Mercado Revolución, las malas condiciones en las que la pasada administración, encabezada por Leticia López Landero, entregó la obra resulta prácticamente imposible que tanto comerciantes afectados como colaterales ocupen sus locales.
La falta de servicios básicos como luz y agua así como la carencia de techos en los locales y la construcción de 94 puestos más, fueron los factores que el presidente municipal tomó en consideración para dictaminar que se necesita que el proyecto esté al 100 por ciento para poder ser utilizado.
Y es que lo primero que requieren los locatarios es la certeza jurídica que la anterior administración no les otorgó en tiempo y forma pues hubo incluso documentos que la exalcaldesa no quiso firmarles, situación que aún mantiene en la zozobra a los comerciantes. Durante la visita del presidente municipal, Juan Martínez Flores, al zoco se constató que la obra no está culminada, por el contrario son bastantes las adecuaciones que deberán realizarse para que ésta sea óptima al momento de ser reabierta.
Por otra parte, existen algunas discrepancias entre los comités de afectados y los colaterales, pues éstos últimos aseguran que preferirían ingresar y ocupar sus puestos ya que sus ventas se han visto perjudicadas y padecen los cambios climatológicos y una mala ubicación, pues la avenida 7 es utilizada como el paso obligado de motociclistas.
El paso viernes al culminar el diálogo con el presidente municipal, algunos comerciantes denunciaron ante este medio que los comités fueron los responsables de aceptar una obra en tan mal estado tachándolos de condescendientes a la hora de exigir un proyecto de calidad, por lo que ahora tendrán que esperar aún más para ingresar y hacer uso de las instalaciones. Por otra parte la situación empeora para estos comerciantes al no contar con techos en sus locales y no poder realizarles modificaciones hasta después de 3 años, de lo contrario podrían invalidar garantías de la constructora.
