De la Redacción
El Buen Tono
Región.- La reciente disolución de la Fuerza Civil, anunciada por el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, ha sido recibida con escepticismo y frustración por las familias de las víctimas de abusos y asesinatos cometidos por elementos de esta corporación, pues la falta de justicia para los afectados sigue siendo una dolorosa realidad.
Supuestamente era la élite de la Policía Estatal, pero en realidad eran delincuentes vestidos de policía, eso es doble traición.
Uno de los casos es el de La Patrona, donde dos niños fueron asesinados por elementos de la Fuerza Civil; a pesar de la gravedad del incidente, no se han realizado detenciones ni ha habido renuncias de los responsables. La Fiscalía estatal ha archivado las investigaciones, dejando a las familias sin respuestas ni consuelo.
También en Fortín, fueron a asaltar a un enfermero que estaba comprando en Rovianda, frente al parque de la ciudad, y lo despojaron de 6 mil 400 pesos, pero a pesar de que muchos negocios que están en esa zona cuentan con cámaras de vigilancia, lo mismo que el gobierno y hasta el C4, les vale y no investigan nada porque los jefes encubren a sus subordinados ya que parte del botín se los reparten con sus mandos.
La noticia desató una serie de críticas hacia esa corporación, en Córdoba, el abogado Juan Carlos Fernández Zulueta, afirmó que esta medida busca proteger a los elementos y mandos de la Fuerza Civil, quienes han sido señalados en múltiples ocasiones por sus nexos con la delincuencia organizada, y de cometer graves delitos, incluyendo robos, asaltos, extorsiones, torturas y asesinatos.
En Orizaba, Jairo Guarneros Sosa, representante de la Sociedad Civil, destacó que esta medida podría ser una estrategia del gobierno para justificar la intervención de este cuerpo de seguridad en la comunidad de Totalco, en el municipio de Perote.
“Me parece que es una buena noticia que finalmente se disuelva como tal, aunque no realmente porque se integra a la SSP, uno de los grupos más represores en el estado”, señaló.