Asel, una bebé que nació 00.47 horas del pasado primero de enero en Viena, se ha convertido en objeto de una ola de odio xenófobo en las redes sociales, denunciada por la prensa local y organizaciones civiles.
“Se ha traspasado una línea roja”, declaró el secretario general de Cáritas Austria, Klaus Schwertner, en un comunicado publicado hoy por la agencia de la Iglesia católica austríaca Kathpress.
El nombre de la pequeña y el hecho de que su madre luzca en la foto un pañuelo en la cabeza, bastó para que, en lugar de las felicitaciones habituales en estos casos, se desatara una ola de comentarios xenófobos : “Cuando tenga 18 va a ser una terrorista” y muchas más.