El Congreso del Estado de Chiapas fue escenario de un violento enfrentamiento el pasado 2 de diciembre, cuando el diputado local del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Ismael Brito Mazariego, fue brutalmente golpeado por Eduardo Zenteno Núñez, un exfuncionario del gobierno de Manuel Velasco.
Los hechos ocurrieron dentro de uno de los salones del Congreso, donde Brito Mazariego encabezaba una reunión. De repente, Zenteno Núñez irrumpió en el lugar y, según testigos, comenzó a hacerle una serie de reclamos relacionados con lo que él calificó como una persecución política durante el tiempo en que el diputado se desempeñó como secretario de Gobierno de Chiapas, entre 2018 y 2021.
La discusión rápidamente escaló a agresión física, con golpes a la cara, ojos, nariz y boca de Brito Mazariego, quien terminó tirado en el suelo, bajo una mesa, mientras Zenteno Núñez continuaba la golpiza. A pesar de la intervención de algunos presentes, no pudieron detener la agresión a tiempo.
Tras el violento incidente, el diputado del PVEM se dirigió a la Fiscalía de Chiapas para presentar una denuncia formal por amenazas y lesiones. Este ataque ha desatado una ola de reacciones en el ámbito político, donde varios líderes han expresado su condena a la violencia, instando a que se haga justicia.
Este suceso pone en evidencia la tensión política y las rivalidades internas que persisten dentro del Estado, dejando en claro que las diferencias deben resolverse en el ámbito del diálogo, no con violencia.