Sandra González
El Buen Tono
Orizaba.- El vocero de la Diócesis de Orizaba, Helkyn Enríquez Báez, manifestó su preocupación ante la lentitud con la que se están llevando a cabo los trabajos en la autopista Orizaba-Puebla, que permanece bloqueada desde el pasado 26 de octubre debido a un derrumbe en el kilómetro 230. Este cierre no sólo está afectando a la economía de los transportistas, sino también a la seguridad de los ciudadanos que deben transitar por rutas alternas.
Destacó la importancia de que los trabajos de reparación se realicen “de modo transparente, eficiente y ágil, pensando que es una vía principal para la comunicación al sureste del país”. En su declaración, subrayó la urgencia de que las autoridades y las empresas encargadas pongan su mayor esfuerzo para agilizar la reapertura de la autopista, dado el impacto que este cierre ha tenido en el tránsito y la seguridad en la región.
El pasado 3 de noviembre, un grupo de Legionarios de Cristo fueron víctimas de un asalto en plena luz del día mientras circulaban en la carretera federal Ciudad Mendoza-Tehuacán entre Veracruz y Puebla, confirmando el alto grado de inseguridad que enfrentan los ciudadanos en estas zonas.
“Este asalto en pleno día nos sorprende aún más porque no sólo es un riesgo para un grupo específico, como los hermanos que regresaban de un retiro; todos los ciudadanos están expuestos a vivir esta amarga y preocupante experiencia”, señaló el vocero de la diócesis, refiriéndose al peligro al que se enfrentan tanto en el patrimonio personal como la integridad física de los conductores.