Arizona.- Se acabó, Tom Brady hizo más grande su leyenda y algunos dirán que es el mejor de todos los tiempos; el quarterback se levantó cuando parecía noqueado y lideró una remontada histórica de los New England Patriots, que destronaron los Seattle Seahawks y se quedaron con el trofeo Vince Lombardi de la NFL.
Los “Pats” se impusieron por marcador 28-24 a los Seahawks para llevarse su cuarta corona en la NFL, gracias a un Brady que se lució con un par de ofensivas explosivas en los minutos finales del encuentro en Glendale.
Seattle tuvo la oportunidad de llevarse el triunfo. Estaban dentro de la yarda 1 de los Patrtios con escasos segundos por jugar y, en lugar de correr con Marshawn Lynch, intentaron un pase, al que llegó el novato Malcolm Butler para interceptarlo y aferrarse a la victoria.
En un juego para recordar como uno de los mejores, los Patriots permitieron 10 puntos sin respuesta en el tercer cuarto. Seattle tenía bajo control el partido ya en el periodo final, sobre todo tras una captura sobre Brady para pérdida de ocho yardas en campo de los Patriots. Pero el futuro miembro del Salón de la Fama tenía la última palabra. Primero lideró una ofensiva de nueve jugada y 68 yardas para acercar a su equipo a sólo tres, con un envío de TD de cuatro yardas a Danny Amendola.
La defensa le echó una mano y frenó el vuelo de los Seahawks. Le devolvieron el ovoide con 2:02 en el reloj de juego. Pese a la presión de miles de gargantas de Seahawks, al veterano no le tembló la mano y llevó a su ofensiva como si se tratara de un partido cualquiera.
Brady lanzaría un pase histórico 10 jugadas después. Un envío a Julian Edelman de tres yardas concretó la voltereta y le dio su cuarto anillo para igualar a los legendarios Joe Montana y Terry Bradshaw.
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