Gracias al Programa de Intercambio de Jóvenes con el que cuenta Club Rotary International, Celine Smeets ha vivido este último año una “experiencia inolvidable”, al sumarse a los integrantes del Club Rotario Córdoba 2000 de esta ciudad de Córdoba.
Con tan sólo 19 años de edad esta chica ha sido privilegiada al ser parte de este especial programa por ello, no dudó en elegir a la ciudad de México para disfrutar un año lleno de cambios y transformaciones en su vida personal.
A sólo unos días de decir adiós a la ciudad de Córdoba, Celine nos compartió en entrevista que esta etapa ha sido sin duda, la más hermosa de su vida ya que el sólo hecho de vivir y aprender otra cultura te “cambia la vida” enfatizó.
Proveniente de Bruselas, Bélgica, Celine Smeets llegó a México el 2 de agosto del año pasado, después de un viaje largo y cansado que duró 31 horas en vuelo.
Siendo parte de este programa que anualmente envía a jóvenes rotarios a diferentes países con el fin de aprender y conocer otras culturas, la joven estudiante fue asignada por las autoridades del Distrito de Veracruz a la ciudad de Córdoba, gozando desde ese momento del cariño de una nueva familia.
Durante el año de intercambio y siguiendo los lineamientos que así lo marca el programa, los jóvenes disfrutaron de la compañía y cuidado de tres familias, siendo la familia De la Vega-Zenteno quienes abrieron las puertas de su casa para recibirla durante los primeros 6 meses.
Agradecida con esa oportunidad en su vida y desde luego, con el recibimiento otorgado, Celine fue cobijada por otra familia siendo los Hernández los encargados de brindarle todas las facilidades para que su estancia en México resultara placentera.
Desde hace tres meses, Celine se encuentra viviendo con la familia Aguilar-Castro, a quien por supuesto le ha tomado mucho cariño ya que al igual que las otras familias se han dedicado a consentirla, enseñarle y sobre todo, brindarle todo el apoyo en esta etapa de su vida.
“El estar en México simplemente me trasformó en otra persona, mi mente se abrió más, por lo que ahora tengo una visión diferente del Mundo; me encantó estar aquí, conocer cosas diferentes y especialmente, hacer amigos a quienes los llevaré en el corazón cuando regrese a mi querida Bélgica” mencionó.
Cambios y transformaciones en este año hicieron de Celine una persona diferente y madura pero sobre todo, amistosa ya que gracias a las familias anfitrionas y desde luego, a su estancia en la escuela de esta ciudad conoció gente nueva de la que se lleva además de recuerdos emotivas experiencias.
Sin duda, un estilo de vida diferente al acostumbrado y el cual por supuesto, extrañará ya que será este próximo 15 de Julio cuando su familia anfitriona: Aguilar-Castro, así como autoridades e integrantes del Club Rotario Córdoba 2000 y desde luego, amigos la despidan deseándole lo mejor en el regreso a su natal Bélgica donde seguramente ya la espera su mamá Domenique Gilissen y su hermano Jenóme Smeets.
MÛnica Chico
El Buen Tono
